Revista Atenas. ISSN: 1682-2749. Nro. 63 (2025) enero-diciembre págs.[1 - 14] https://atenas.umcc.cu
Claves para comprender la eficacia de los videos educativos
Keys to understanding the effectiveness of educational videos
Chaves para compreender a eficácia dos vídeos educacionais
Artículo de investigación
Recibido: 28/02/2025 Evaluado: 23/03/2025 Aceptado: 12/04/2025
Jonnathan Fernando Domínguez Alvarracin
Universidad Nacional de Educación, Ecuador.
https://orcid.org/0000-0002-1084-8000
jonnathan.dominguez@unae.edu.ec
Marcia Elizabeth Castro Barrera
Universidad Nacional de Educación, Ecuador.
https://orcid.org/0009-0000-9598-0512
marcia.castro@unae.edu.ec
Evelyn Lizeth Domínguez Alvarracin
Universidad de Cuenca, Ecuador.
https://orcid.org/0009-0007-3888-1084
evelyn.dominguez@ucuenca.edu.ec
¿Cómo citar el artículo?
Domínguez-Alvarracin, J. F., Castro-Barrera, M. E. & Domínguez-Alvarracin, E. L. (2025). Claves para comprender la eficacia de los videos educativos. Atenas, nro. 63, e10948, 1-14.
Resumen
El desarrollo de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) ha impulsado nuevas formas de enseñanza en la educación superior. Entre los diversos recursos disponibles, el video continúa siendo uno de los más utilizados para apoyar el aprendizaje. El estudio tuvo como objetivo analizar las percepciones de los estudiantes universitarios respecto a los elementos que configuran un video educativo eficaz, con el propósito de orientar su diseño. Para ello, se implementó un enfoque mixto con diseño secuencial explicativo, que incluyó una encuesta estructurada a 130 estudiantes universitarios, así como entrevistas semiestructuradas y grupo focal. Los resultados evidencian una preferencia por videos de formato combinado, de corta duración, con estructura organizada, estilo formal, uso de ejemplos contextualizados, recursos visuales alineados con el contenido y óptima calidad audiovisual. Se destaca también la importancia de la accesibilidad desde dispositivos móviles y de la coherencia en la presentación de contenidos. Se concluye que la efectividad del video educativo depende de la convergencia entre los factores pedagógicos y la calidad técnica, lo cual permite potenciar el aprendizaje autónomo y adaptado a las exigencias de los entornos universitarios actuales.
Palabras clave: Video educativo, Tecnología educativa, Educación superior.
Abstract
The development of Learning and Knowledge Technologies (LKT) has promoted new forms of teaching in higher education. Among the various resources available, video continues to be one of the most widely used tools to support learning. The aim of this study was to analyze university students' perceptions regarding the elements that constitute an effective educational video, with the purpose of guiding its design. For this purpose, a mixed-method approach with a sequential explanatory design was implemented, including a structured survey administered to 130 university students, as well as semi-structured interviews and a focus group. The results show a preference for videos in a combined format, of short duration, with an organized structure, formal style, use of contextualized examples, visual resources aligned with the content, and optimal audiovisual quality. The importance of accessibility from mobile devices and coherence in the presentation of content was also highlighted. It is concluded that the effectiveness of educational videos depends on the convergence between pedagogical factors and technical quality, which enhances autonomous learning and adaptation to the demands of current university environments.
Keywords: Educational video, Educational technology, Higher education.
Resumo
O desenvolvimento das Tecnologias da Aprendizagem e do Conhecimento (TAC) tem impulsionado novas formas de ensino no ensino superior. Entre os diversos recursos disponíveis, o vídeo continua sendo um dos mais utilizados para apoiar a aprendizagem. Este estudo teve como objetivo analisar as percepções de estudantes universitários sobre os elementos que compõem um vídeo educativo eficaz, com o intuito de orientar o seu design. Para isso, foi adotada uma abordagem mista com delineamento sequencial explicativo, que incluiu a aplicação de um questionário estruturado a 130 estudantes universitários, bem como entrevistas semiestruturadas e um grupo focal. Os resultados evidenciam a preferência por vídeos de formato combinado, de curta duração, com estrutura organizada, estilo formal, uso de exemplos contextualizados, recursos visuais alinhados ao conteúdo e alta qualidade audiovisual. Destaca-se também a importância da acessibilidade a partir de dispositivos móveis e da coerência na apresentação dos conteúdos. Conclui-se que a eficácia do vídeo educativo depende da convergência entre fatores pedagógicos e qualidade técnica, o que favorece uma aprendizagem autônoma e ajustada às exigências dos contextos universitários contemporâneos.
Palavras-chave: Vídeo educativo, Tecnologia educativa, Educação superior.
Introducción
En las últimas décadas, la educación superior ha experimentado una transformación significativa por el avance de las tecnologías digitales. La integración de las Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) ha redefinido los escenarios educativos al facilitar la distribución instantánea y diversa de contenidos, transformar la naturaleza de la relación pedagógica y fomentar la participación del estudiante mediante herramientas interactivas. Las TAC enriquecen la enseñanza al ofrecer experiencias de aprendizaje personalizadas y atractivas con recursos que amplían, refuerzan y profundizan los contenidos (Rojas-Carrasco et al., 2023).
En el contexto de la educación en línea y presencial, los recursos digitales se han convertido en elementos esenciales para la mediación del conocimiento (Martínez et al., 2023). Estos recursos, caracterizados por su diversidad en formatos y lenguajes, adaptan los contenidos a distintos estilos y ritmos de aprendizaje, lo que fortalece la inclusión y la autonomía del estudiante. Particularmente, los videos educativos se destacan por su potencial para combinar elementos visuales, auditivos y narrativos, consolidándose como recursos eficaces en la enseñanza y aprendizaje. Su disponibilidad desde diferentes soportes, analógicos y digitales posibilita el acceso flexible de información (Serrano, 2023).
Investigaciones a nivel global destacan el impacto positivo de los videos educativos en la educación superior, tanto por su capacidad de mejorar la accesibilidad a los contenidos como por su adaptación a estilos y ritmos de aprendizaje (Muñiz-Rodríguez et al., 2021). La creación de estos materiales fomenta la comprensión a través de representaciones claras y contextualizadas. En esta misma línea, García (2022) señala que, aunque los artículos académicos son el medio principal de divulgación científica, una proporción creciente de la población accede a contenidos científicos y tecnológicos a través de videos, lo que posiciona al formato audiovisual como un canal relevante de acceso al conocimiento, aunque conlleva riesgos relacionados con la falta de control editorial y validación científica en entornos digitales.
En el ámbito regional, Morales (2021) analiza el video como recurso digital para fortalecer el aprendizaje. Los resultados evidencian que cuando los videos educativos presentan una estructura adecuada, favorecen la atención sostenida, permiten al estudiante establecer conexiones cognitivas y consolidar su comprensión. De manera complementaria, Concha et al. (2023) investigan el uso de herramientas digitales como medio para promover la inclusión educativa. Subraya la necesidad de considerar a los videos educativos como recursos para ofrecer repetición de contenidos, apoyos visuales y auditivos, flexibilidad de acceso y adaptación a los ritmos individuales.
En Ecuador, el uso de videos educativos ha adquirido relevancia frente a los desafíos generados durante la emergencia sanitaria. Bolio y Lara (2021) analizan su incorporación desde la perspectiva del conectivismo y enfatizan que su efectividad depende de la mediación docente para seleccionar contenidos y diseñar con intención pedagógica. Asimismo, Cantos-Amendaño y Ávila-Mediavilla (2021) concluyen que su eficacia está condicionada por la planificación e integración metodológica, lo que respalda la pertinencia de investigar el uso de videotutoriales en contextos universitarios.
En síntesis, los antecedentes destacan el rol del docente como ente activo y reflexivo en el diseño y selección de videos educativos que aseguren la alineación de los objetivos pedagógicos, la calidad tecnológica y su valor didáctico. No obstante, algunos recursos se diseñan sin considerar las percepciones y necesidades reales de los estudiantes, lo que limita su eficacia, impacto pedagógico y genera desconexión entre los objetivos y la experiencia del usuario (Uzcátegui y Albarrán, 2020).
En sus inicios, los videos educativos se utilizaron para facilitar la transmisión de conocimientos (Bravo, 1996). Con el tiempo, han evolucionado hacia recursos didácticos que, en función de los sistemas simbólicos empleados, la organización de la información y su intencionalidad pedagógica, favorecen el desarrollo de competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales (Bolio y Lara, 2021). Los autores refuerzan la conceptualización, definiéndolos como materiales diseñados, producidos, experimentados y evaluados con la intención de ser insertados en la enseñanza y aprendizaje de manera creativa y dinámica.
Bajo esta concepción, un video educativo debe responder a una planificación intencionada que propicie el aprendizaje en los estudiantes. Constituye un recurso que fomenta el aprendizaje ubicuo, entendido en su sentido epistemológico como la posibilidad de adquirir conocimientos en cualquier momento y lugar con la flexibilidad temporal y espacial que ofrecen las tecnologías digitales (Peña-Azpiri y Escudero-Nahón, 2020). Además, esta característica posiciona al video como un recurso relevante en el marco del conectivismo, teoría propuesta por Siemens y Downes, la cual sostiene que el conocimiento se construye con la interacción entre redes de información y personas mediante conexiones digitales (Torres y Barnabé, 2020).
Una vez definido el término, es necesario reconocer sus funciones como mediador pedagógico que facilita la comprensión de contenidos. Rodríguez et al. (2024) subrayan su utilidad para captar el interés, introducir o reforzar contenidos y promover la reflexión crítica. Añaden que, desde el enfoque sociocultural de Lev Vygotsky, el video favorece el aprendizaje al mediarlo social y culturalmente a través de la interacción entre estudiantes y docentes. Así, se inserta en la zona de desarrollo próximo, al apoyar al estudiante en su tránsito desde el aprendizaje guiado hacia la autonomía.
El video educativo se compone de dos factores clave: pedagógicos y técnicos. La primera abarca el tipo de video, su duración, estilo, forma de presentación y elementos didácticos. La segunda considera el dispositivo de reproducción, la calidad del audio y la imagen, así como los recursos complementarios. A continuación, se presenta una aproximación teórica a estos componentes.
Bravo (1996) clasifica los videos, según su estructuración e integración pedagógica. Los de potencialidad baja corresponden a secuencias simples sin elaboración didáctica, como las clases grabadas. Los de potencialidad media, como las presentaciones narradas, combinan imagen y sonido con fines informativos, sin recurrir a animaciones complejas. Los de alta potencialidad responden a una planificación intencionada, con objetivos claros, contenidos estructurados y recursos visuales como animaciones. Además, se destacan los videos de formato combinado, que integran voz en off, esquemas y visualizaciones dinámicas para facilitar la comprensión desde diversas perspectivas (Bolio y Lara, 2021).
La forma de la presentación, entendida como la estrategia comunicativa en el conocimiento, es un aspecto clave. Según Clark y Mayer (2011), el principio de personalización promueve un estilo conversacional que fortalece la conexión entre docente y estudiante, mientras que el principio multimedia respalda la combinación de palabras e imágenes mediante esquemas, animaciones e ilustraciones. También proponen una organización secuencial del contenido y actividades centradas en la resolución de problemas. Estos principios permiten distinguir diversos formatos de presentación en video: narrativo, visual, expositivo y práctico.
Para abordar la duración óptima de los videos educativos, resulta esencial analizar cómo el tiempo de exposición incide en la atención del estudiantado. Rajadell y Garriga-Garzón (2017), tras analizar la interacción de estudiantes en cursos, sostienen que los videos de menos de 10 minutos de duración mantienen la atención, favoreciendo la retención y el compromiso con el contenido. Además, concluyen que respetar este límite mejora la atención, facilita la gestión técnica y garantiza una mejor accesibilidad desde diversos dispositivos.
El estilo de los videos educativos debe cuidar el lenguaje, estructura, organización del contenido y la coherencia en la exposición. Cassany (2023) señala que, aunque los videos informales son comunes en entornos de autoaprendizaje, el ámbito académico exige materiales con claridad, secuenciación y consistencia. Pires et al. (2022) afirman que el aprendizaje riguroso se potencia cuando los recursos responden a estándares didácticos formales. Adoptar un estilo formal fortalece la solidez pedagógica, sin comprometer la cercanía ni la accesibilidad.
En la producción de videos educativos, tres aspectos técnicos resultan fundamentales: la calidad del audio, la imagen y los recursos complementarios. Fernández y Román (2010) destacan que estos elementos influyen en la eficacia comunicativa y la aceptación pedagógica del material. El audio, como canal principal de transmisión verbal, debe ser claro, sin interferencias, ni ruidos de fondo. Clark y Mayer (2011) advierten que sonidos innecesarios, como música o ruidos ambientales, pueden dificultar la retención del contenido.
Por otro lado, la imagen influye directamente en el nivel de atención. Ortiz (2018) advierte que problemas como mala iluminación, encuadres deficientes o falta de nitidez afectan la experiencia visual y dificultan la concentración. Junto a los aspectos técnicos, las características didácticas son fundamentales para facilitar la construcción del conocimiento. El diseño debe incorporar lenguaje sencillo, organización temática, ejemplos prácticos y resúmenes que refuercen lo aprendido. Estos elementos reducen la carga cognitiva, vinculan teoría con práctica y permiten una revisión segmentada del contenido (Rivera-Bautista y Moreno-Tapia, 2025).
Metodología y métodos
El estudio se enmarca en un enfoque mixto con un alcance exploratorio descriptivo, lo que permitió abordar el fenómeno de manera profunda e integral. Para la construcción de instrumentos y análisis de datos se contemplaron los aportes de diferentes autores (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018; Creswell y Creswell, 2018). Se consideró un diseño secuencial explicativo para la aproximación a la problemática, lo cual facilitó la recolección y análisis de datos en dos etapas diferenciadas.
Inicialmente se utilizó un abordaje cuantitativo, mediante una encuesta estructurada, con la finalidad de identificar factores pedagógicos y técnicos sobre videos educativos desde la perspectiva de estudiantes universitarios. Luego, se desarrolló una aproximación cualitativa orientada a interpretar elementos emergentes, a través de entrevistas semiestructuradas y grupos focales (Verd y Lozares, 2016). La investigación contó con la participación de estudiantes de diferentes niveles de formación y modalidad de estudio (en línea y presencial) de la Universidad Nacional de Educación (UNAE).
La selección de los participantes se realizó mediante muestreo no probabilístico por conveniencia, que consideró la disponibilidad y disposición de 130 estudiantes. Para el análisis de datos cuantitativo, se utilizó el software estadístico PSPP. Se aplicaron técnicas de estadística descriptiva con la intención de identificar patrones y tendencias. Para el análisis cualitativo, se utilizó el software MAXQDA 24, que facilitó el análisis interpretativo de los datos.
En el estudio se identificaron y contrastaron diversos indicadores, entre los cuales se incluyen: tipo de video preferido, duración ideal, forma de presentación, estilo, calidad del audio, elementos visuales y características didácticas. Estos fueron analizados desde una perspectiva pedagógica y técnica, con base en las percepciones expresadas por los estudiantes participantes.
Los resultados del análisis cuantitativo muestran una clara preferencia por los videos en formato combinado (ver Tabla 1), que integran recursos audiovisuales dinámicos (Clark y Mayer, 2011; Bolio y Lara, 2021). En contraste, las clases grabadas obtuvieron menor aceptación, lo que evidencia la baja acogida de videos con escasa estructuración y dinamismo (Bravo, 1996)
Tabla 1. Preferencia de tipos de videos educativos
Tipo de video |
fi |
fr |
Clase grabada |
10 |
8% |
Presentación narrada |
25 |
19% |
Video animado |
33 |
25% |
Formato combinado |
62 |
48% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los participantes coinciden en que la duración ideal de un video educativo es de entre 5 y 10 minutos (ver Tabla 2). Este resultado indica una predilección por contenidos breves y enfocados, alineados con la necesidad de inmediatez. Por su parte, Rajadell y Garriga-Garzón (2017) señalan que mantener este rango temporal favorece la atención, optimiza la gestión técnica y mejora la accesibilidad desde diversos dispositivos.
Tabla 2. Preferencia de duración en videos educativos
Tiempo |
fi |
fr |
Menos de 5 minutos |
16 |
12% |
Entre 5 y 10 minutos |
61 |
47% |
Entre 10 y 15 minutos |
29 |
22% |
Más de 15 minutos |
24 |
18% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los participantes mostraron predilección por formatos prácticos y expositivos (ver Tabla 3), lo que indica una apreciación por la claridad y estructura del contenido. Las formas visual y narrativa fueron menos apreciadas, lo que sugiere que los estudiantes priorizan la intencionalidad pedagógica sobre la estética. Estos resultados coinciden con lo planteado por (Clark y Mayer, 2011; Bolio y Lara, 2021) quienes destacan que los recursos visuales deben apoyar a la comprensión con el uso de palabras e imágenes y evitar la distracción.
Tabla 3. Preferencia de forma de presentación en videos educativos
Forma de presentación |
fi |
fr |
Narrativa |
19 |
15% |
Visual |
25 |
19% |
Expositiva |
42 |
32% |
Práctica |
44 |
34% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los datos muestran una tendencia hacia el uso de estilos formales (ver Tabla 4). Pires et al. (2022), aclaran que esta elección no implica renunciar a la cercanía o dinamismo, sino que responde a la necesidad de solidez pedagógica, coherencia y funcionalidad.
Tabla 4. Preferencia sobre el estilo de los videos educativos
Estilo |
fi |
fr |
Formal |
102 |
78% |
No formal |
28 |
22% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los resultados muestran la importancia de la claridad del audio (ver Tabla 5). Clark y Mayer (2011) destacan el valor de un entorno auditivo limpio sin distractores. En oposición, a elementos distractores como la música de fondo, lo que respalda la idea de que los elementos sonoros no esenciales pueden distraer (Fernández y Román, 2010).
Tabla 5. Preferencias sobre el audio en videos educativos
Aspecto del audio |
fi |
fr |
Presencia de ruidos o interferencias |
9 |
4% |
Claridad y calidad del sonido |
112 |
50% |
Uso de música ambiental de fondo |
14 |
6% |
Dicción y pronunciación del hablante |
90 |
40% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los estudiantes valoran la nitidez del contenido, la iluminación adecuada y el uso apropiado de colores (ver Tabla 6). Este elemento coincide con el criterio de Ortiz (2018) quien resalta la importancia de iluminación adecuada, encuadres pertinentes, nitidez del contenido para mejorar la experiencia visual y facilitar la concentración.
Tabla 6. Elementos visuales valorados en los videos educativos
Elemento visual |
fi |
fr |
Imagen nítida |
105 |
34% |
Iluminación adecuada |
96 |
31% |
Edición limpia |
20 |
6% |
Colores adecuados |
88 |
28% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los resultados exhiben que los gráficos, esquemas e imágenes ilustrativas aportan a la atención de los estudiantes (ver Tabla 7). En este sentido, Guamán-Gómez et al. (2021) expresan que es importante cuidar la presentación visual y los elementos que se utilizan dentro de ella con el fin de evitar distracciones.
Tabla 7. Recursos visuales preferidos en videos educativos
Recursos visuales |
fi |
fr |
Textos explicativos |
62 |
21% |
Esquemas y mapas |
114 |
38% |
Subtítulos |
20 |
7% |
Imágenes ilustrativas |
101 |
34% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Las características didácticas más valoradas son los ejemplos prácticos (ver Tabla 8), que permiten vincular el contenido con situaciones reales (Rivera-Bautista y Moreno-Tapia, 2025). Además, existe una preferencia por la presencia de resúmenes al final de los videos y que estos manejen un lenguaje sencillo.
Tabla 8. Preferencias sobre características didácticas en videos educativos
Característica didáctica |
fi |
fr |
Lenguaje sencillo |
74 |
24% |
Ejemplos prácticos |
96 |
31% |
Resumen final |
81 |
26% |
Organización por temas |
63 |
20% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
La mayoría de los participantes indicó que prefiere utilizar el teléfono móvil para la visualización de videos educativos. Estos resultados enfatizan la importancia de optimizar los videos para pantallas pequeñas y asegurar su accesibilidad.
Tabla 9. Dispositivo preferido para ver videos educativos
Dispositivo |
fi |
fr |
Teléfono móvil |
81 |
62% |
Computadora portátil |
27 |
21% |
Computadora de escritorio |
15 |
12% |
Tablet |
7 |
5% |
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos (n=130).
Los resultados ofrecen un acercamiento a las preferencias de los estudiantes. No obstante, se incorpora un análisis cualitativo con el propósito de aportar mayor profundidad a la interpretación de los datos. A partir de un proceso de codificación inicial, se identificaron categorías emergentes. Para la categorización se utilizó un enfoque inductivo. El análisis permitió revelar elementos clave como:
Los participantes reconocen el valor didáctico de los recursos audiovisuales, cuando incluyen palabras clave, organizadores gráficos o imágenes pertinentes al contenido, ya que facilitan la comprensión. En contraste, rechazan los elementos decorativos que no aportan significado, como fondos recargados o colores intensos que dificultan la lectura. “Me parece decorativo las figuras sin sentido en el fondo, eso no aporta” (R5). “Un elemento visual útil son los mapas conceptuales (…) texto breve e imágenes ilustrativas” (GF).
En el componente sonoro, se considera desfavorable el audio deficiente, los ruidos ambientales y la baja calidad de la grabación de voz. “El audio es más importante que la parte visual (…) al grabar un video se necesita un lugar adecuado” (R4).
Existe una preferencia por el dispositivo móvil por su portabilidad y accesibilidad. “En el transporte puedo ver un video, conectar los auriculares y avanzar mientras escucho” (R6). “El teléfono me permite consultar videos de forma sencilla en cualquier momento” (R1).
Los estudiantes reconocen que el elemento visual debe ser atractivo y aportar a la comprensión del tema. La nitidez y la coherencia entre la imagen y el contenido aumentan la percepción de calidad. “He visto videos que, en cuanto al diseño, las animaciones y los gráficos, eran muy buenos. Pero en realidad el contenido era muy general” (R4).
Los participantes valoran positivamente los videos que combinan teoría con ejemplos prácticos, y rechazan introducciones extensas o contenidos que se desvíen del tema. “Es ideal que un video combine lo teórico y lo práctico; si logra eso, es un buen video” (GF). “Prefiero que vaya directo al contenido que no aborde elementos innecesarios” (R2).
Los elementos presentados se organizaron dentro de un mapa de códigos que sintetiza las categorías emergentes y permite observar aquellas relaciones que inciden en la eficacia de los videos educativos:
Figura 1. Mapa de códigos
Nota. Elaboración propia con base en los datos obtenidos
Conclusiones
En conclusión, la eficacia de los videos educativos desde la percepción estudiantil se construye a partir de la convergencia de aspectos técnicos y pedagógicos. El análisis permite determinar que los estudiantes valoran aquellos videos que combinan la calidad del contenido, la accesibilidad tecnológica y la intencionalidad didáctica.
El estudio identificó elementos clave como la preferencia por formatos combinados, con una duración breve entre a 5 a 10 minutos, estructura coherente, lenguaje sencillo, uso de ejemplos, recursos visuales orientados a facilitar el aprendizaje y no a sobrecargarlo. En este sentido, los resultados se alinean a la propuesta de Clark y Mayer (2011) que destaca el principio de coherencia, y el rol del diseño en la carga cognitiva.
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Contribución autoral
Jonnathan Domínguez: conceptualización, análisis formal, metodología, recursos, validación.
Elizabeth Castro: conceptualización, metodología, redacción, revisión y edición.
Evelyn Domínguez: redacción, revisión y edición.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés en relación con la publicación de este artículo científico
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