La educación patrimonial en los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas
The heritage education in the members of the community of the Urban Historical Center of Matanzas
Artículo de investigación
Ana Gloria Peñate Villasante1
aninha@nauta.cu / ana.penate@umcc.cu
Guillermo Alfredo Jiménez Pérez2
guillermo.jimenez@nauta.cu / guillermo.jimenez@umcc.cu
RESUMEN:
El artículo muestra el resultado parcial de una investigación sobre la educación y socialización del patrimonio en los centros históricos urbanos. Su objetivo es socializar el resultado del diagnóstico sobre el estado actual de la educación patrimonial en los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas. Se asumió un enfoque mixto, con predominio cualitativo desde la concepción metodológica de la educación popular. Se emplearon los métodos histórico-lógico, analítico-sintético e inductivo-deductivo, el análisis de documentos, la observación, la entrevista, el cuestionario, además de técnicas participativas. Los principales resultados evidencian las fortalezas y debilidades de las acciones de educación patrimonial que se realizan en el contexto matancero y la percepción de tal proceso por los miembros de la comunidad. Se considera que la educación patrimonial permite el desarrollo de acciones educativas con enfoque interdisciplinario; constituye un instrumento para la apropiación, conservación y trasmisión del legado construido y heredado; permite fortalecer el compromiso social en relación a las culturas locales y que los miembros de la comunidad se conviertan en agentes transformadores de la sociedad.
ABSTRACT:
The article shows the partial result of an investigation on the education and socialization of the heritage in the urban historical centers. Their objective is to socialize the result of the diagnosis on the current state of the heritage education in the members of the community of the Urban Historical Center of Matanzas. A mixed focus was assumed, with qualitative prevalence from the methodological conception of the popular education. The historical-logical, analytic-synthetic and inductive-deductive methods were used, the analysis of documents, the observation, the interview, the questionnaire, besides technical of participation. The main results evidence the strengths and weaknesses of the actions of heritage education that are carried out in the context matancero and the perception of such a process for the members of the community. It is considered that the heritage education allows the development of educational actions with interdisciplinary focus; it constitutes an instrument for the appropriation, conservation and transmission of the built and inherited legacy; it allows to strengthen the social commitment in relation to the local cultures and that the members of the community become agents’ transformers of the society.
Palabras clave: diagnóstico, educación patrimonial, comunidad, centro histórico urbano, educación popular.
Keywords: diagnosis, heritage education, community, urban historical center, popular education.
INTRODUCCIÓN
Los Centros Históricos Urbanos (CHU) contienen en sí la esencia de las ciudades, su origen, nacimiento y evolución. Recogen la historia de los hombres y mujeres que la habitaron, sus quehaceres y modos de vida. Constituyen un resumen del desarrollo alcanzado por los pueblos. Su estudio propicia el conocimiento de las tradiciones y del progreso social en la ciudad, favorece el cuidado, la protección y la utilización programada, sistematizada y controlada de los recursos y potencialidades patrimoniales que en él existen.
El patrimonio es un bien social colectivo, que evoluciona y se transforma por su apropiación y reapropiación. Es portador de todos los elementos identitarios a los que se les asignan especial importancia histórica, científica, documental, simbólica, artística o estética. Tal motivo exige, a cada miembro de la sociedad, tomar partido sobre él y responsabilizarse de manera consciente a protegerlo y conservarlo (Peñate, 2019a).
Del Espino (2016) resaltó: “El concepto de patrimonio está íntimamente ligado a la noción de pertenencia” (p.222). González-Varas (2015) afirma que “esos elementos del pasado que identificamos como patrimonio en realidad depende de estimaciones realizadas desde el presente cambiante que selecciona de modo crítico la memoria” (p.13).
Al respecto, Estepa (2001, 2013); Fontal (2008, 2012, 2013); Cuenca (2014, 2016); Lucas & Estepa (2016a, 2016b y 2017), consideran que entre los valores educativos del patrimonio se encuentra su gran poder identitario. Sin embargo, en muchas ocasiones los recursos patrimoniales están expuestos a ser deteriorados, subvalorados y, por lo tanto, olvidados. El descuido y desvalorización de algunas construcciones, el desconocimiento, el desinterés por conservar o restaurar edificaciones y el afán por modernizar las ciudades, son algunas causas de deterioro de los CHU (Jiménez, 2018).
En consecuencia, se precisa de una adecuada gestión del patrimonio cultural en los espacios públicos. Para ello “es necesario- además del trabajo de especialistas, instituciones, equipos multidisciplinarios y el apoyo de gobiernos locales- se tenga en cuenta la comunidad. Es esta la principal portadora del legado histórico y cultural que se pretende preservar” (Blanco, 2019, p.1)
Según Domínguez (2016):
El reconocimiento y preservación de las organizaciones sociales, no sólo permite conservar el patrimonio construido, sino que representa la posibilidad de conservar elementos administrativos, jurídicos y religiosos expresados de manera intangible en la cultura y que han permanecido a través de la existencia de esas organizaciones sociales. El conjunto de memorias colectivas, mitos, usos y costumbres, saberes y creencias, constituye la base del desarrollo de las expresiones estéticas, de las capacidades artísticas, tecnológicas, lingüísticas y organizativas de los distintos grupos sociales con los que se estructuran sus identidades particulares (p.1)
La participación de la comunidad en la gestión patrimonial en los centros históricos urbanos, implica una actitud de compromiso y de responsabilidad. En este sentido, la educación patrimonial se hace necesaria tanto en contextos educativos escolarizados como no escolarizados.
Diversos son los autores que abordan la educación patrimonial. En el contexto foráneo destacan los investigadores españoles. Fontal (2003, 2008, 2015) y Fontal & Marín (2003, 2014) plantean el vínculo entre el patrimonio y su educación desde los distintos escenarios docentes. Consideran que la educación patrimonial pretende guiar, aportar las claves y el contexto para el proceso de patrimonialización.
Por su parte, Cuenca & Ruiz (2005) relacionan la didáctica del patrimonio y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) con una mirada interdisciplinar. Hernández & Castilho (2006), refieren que las actividades de educación patrimonial deben basarse en tres fases educativas: 1) acceso al conocimiento y comprensión del patrimonio por parte de los sujetos, 2) valoración y asignación de significados y 3) el establecimiento de nuevas relaciones dialógicas de los educandos con elementos patrimoniales locales en función de su identidad a partir de la interacción directa y profunda con los bienes patrimoniales y/o su contexto.
Martín (2012), relaciona la educación y la comunicación patrimonial. Ferreras (2015), declara al patrimonio como contenido de enseñanza y como recurso didáctico. Considera que las acciones que tributan a la educación patrimonial deben conducir al diseño y desarrollo de finalidades, contenidos y estrategias metodológicas que permitan la asunción de valores identitarios; la formación de ciudadanos activos; y el fomento del respeto intercultural y del cambio social.
Valdera (2011), resalta la enseñanza y el aprendizaje del patrimonio histórico en la Educación Primaria. Defiende la idea que, es necesario el desarrollo de actividades que procuren la implicación efectiva de los visitantes en la tutela y conservación del patrimonio.
En América Latina, sobresalen estudiosos de países como Brasil, Argentina y Venezuela. Teixeira (2006), presenta la temática desde la participación estudiantil y considera que permite la comprensión del universo sociocultural, la trayectoria histórico-temporal en que está insertado.
García (2009) trata la educación patrimonial como herramienta para la gestión del patrimonio y para el desarrollo local, atendiendo a los valores culturales locales más próximos a las personas. Opina que esta debe tener en cuenta lo que desean las comunidades y sus necesidades sentidas.
Moreira-Wachtel y Tréllez (2013) consideran que la interpretación del patrimonio es un proceso que puede contribuir, favorablemente, a la educación patrimonial orientando y sensibilizando a las personas.
Las investigaciones de Santos (2005) y Rodríguez (2015), muestran el avance de este tema en Cuba en relación a la educación patrimonial como herramienta para el desarrollo sustentable y con la propuesta de programas de estudio para su inclusión en carreras universitarias. Santos (2005), expone que, entre las acciones que se pueden desarrollar para educar en función del patrimonio destacan: la selección de los sitios y objetos patrimoniales de interés para lo cual debe emplearse una metodología interdisciplinaria, desarrollar una reflexión crítica, hacer de los sujetos los protagonistas de las actividades; relacionar los valores locales con los nacionales y universales del patrimonio, potenciar una conciencia ambientalista y humanista. Acosta & Ortega (2017) se basan en la contribución de la educación patrimonial a los estudiantes de nivel medio superior en Matanzas. Peñate, Jiménez & Díaz (2018) evidencian el alcance de la interpretación y su contribución a la educación patrimonial en las comunidades.
El desarrollo de la educación patrimonial precisa de acciones concebidas desde diversos enfoques científicos. Rodríguez (2015), considera que para lograrlo se hace necesario una mirada multidisciplinar. Núñez (2018) afirma que los campos de la educación y la política científico - tecnológica, merece colocarse en el centro de atención.
En este estudio se asume la definición de educación patrimonial propuesta por Peñate, Jiménez & Díaz (2018),
Proceso continuo de acciones educativas, conscientes, organizadas y sistematizadas, centradas en el patrimonio cultural, realizado por conocedores del tema, con el fin de educar a la comunidad o público visitante, a partir de la resignificación de los valores constitutivos y constituyentes de los recursos patrimoniales y la valoración sociocultural del entorno para su apropiación, conservación y trasmisión del legado construido y heredado. Permite fortalecer su relación con la historia, el compromiso social y se conviertan en agentes transformadores de la sociedad (p. 5).
Según Visotsky (2012),
Desde la pedagogía de la educación popular es necesario (…) que parta de la realidad de los sujetos, para transformarla -partir no para quedarse-. Partir de la realidad, de las experiencias, de las problemáticas, generar debates, discusiones, investigaciones, que permitan visibilizar la realidad, la historia, el contexto más global y poder dar lugar a explicaciones, contrastaciones, confrontaciones de visiones y polémicas y sobre todo intervenir críticamente en esta realidad a partir del conocimiento generado (p. 42).
METODOLOGÍA Y MÉTODOS
Se asumió una concepción dialéctico materialista en la selección y aplicación de los diferentes métodos y técnicas para obtener la información y el procesamiento necesario de los datos. Por la naturaleza del objeto de estudio, la perspectiva investigativa tuvo un predominio cualitativo desde la metodología de la educación popular (Brandão, 1981).
El diagnóstico transitó por tres etapas que favoreció el análisis desde el punto de vista subjetivista e interpretativo y se orientó hacia la descripción e inducción (Figura 1). En la primera etapa se planificó el diagnóstico, en la segunda se desarrolló la exploración empírica-participativa y en la tercera, se analizó la información permitiendo arribar al resultado del diagnóstico sobre el estado actual de la educación patrimonial en los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas.
Figura 1. Procedimiento metodológico para diagnóstico del estado actual de la educación patrimonial en los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas.
Fuente: Tomado y modificado de Peñate (2019b). Formación en interpretación del patrimonio: estado actual en la Universidad de Matanzas. Revista Cubana de Educación Superior, 38 (3)
Los instrumentos para la recogida de información se concibieron en correspondencia con el proceso de operacionalización de la variable de la presente investigación: Educación patrimonial. Se aplicaron a especialistas de instituciones culturales ubicadas en el CHU (entrevista) y personas de la comunidad que residen, estudian o trabajan en el CHU (cuestionario y técnicas participativas). Además, se analizaron documentos (Programación cultural, Informe anual de programa cultural) y se observación de actividades (círculos de interés, visitas a salas)
Las unidades de análisis (Torres, 2010) quedaron definidas luego de alcanzar un nivel adecuado de saturación de los datos recolectados: 53 informantes del CHU de Matanzas; 18 especialistas (entre ellos arquitectos, historiadores, profesores, investigadores, ingenieros y licenciados), de ellos ocho expertos en el tema, y 35 personas de la comunidad. Todos los informantes otorgaron su consentimiento de participación voluntaria en el diagnóstico.
RESULTADOS
Al igual que González (2012), se concibe el diagnóstico de la realidad como una investigación de acción participativa, necesariamente precedida por la fase de acercamiento y que la comunidad elabora a través de sucesivos pasos: visión general de su realidad, reflexión crítica de lo vivido y proyección de soluciones.
En consecuencia, el diagnóstico se realizó asumiendo que la comunidad del CHU es sujeto de la investigación, para que reconozca su propia realidad y que este proceso de investigación es, a su vez, un proceso de educación de desarrollo humano.
Etapa 1: Planificación
En esta etapa el estudio teórico se trabajó a partir del análisis del término educación patrimonial y las diversas miradas desde el punto de vista teórico y práctico en diferentes contextos (europeo, latinoamericano y cubano). Se revisaron y analizaron 25 fuentes de ellas 8 libros, 6 conferencias y ponencias presentadas en foros, cursos, congresos y eventos, y 11 artículos de revistas y boletines especializados en la temática del patrimonio.
Se identificaron como aspectos recurrentes en estos estudios las definiciones de educación patrimonial y las acciones que a ello tributan (Figura 2)
Figura 2. Aspectos recurrentes sobre la Educación patrimonial
Fuente: Elaboración propia
Luego del estudio teórico se construyeron los instrumentos para el análisis de documentos (programación cultural de las instituciones culturales y los informes de programa de desarrollo cultural), la observación de actividades, las entrevistas a especialistas y los cuestionarios para los miembros de la comunidad. Se realizó el pilotaje y remodelación de los mismos para su aplicación. También se diseñaron los talleres con técnicas participativas para promover la participación en el diagnóstico.
Etapa 2: Exploración empírica-participativa
Esta etapa se implementó siguiendo tres pasos: a) visión general de su realidad, b) reflexión crítica de lo vivido y c) proyección de soluciones.
- La visión general de su realidad: Se involucró a los miembros de la comunidad para que, de forma amena, hicieran un reconocimiento de su comunidad, y expresaran cómo es, qué sienten y cómo actúa en relación al patrimonio. Para ello se realizaron dibujos, mapas y se narraron historias.
- Reflexión crítica de lo vivido: Se realizó un taller de reflexión con los miembros de la comunidad para identificar colectivamente, contradicciones, problemas existentes en relación al patrimonio, a quiénes afecta y la urgencia que tiene su solución. Además, se aplicaron entrevistas a especialistas de instituciones culturales ubicadas en el CHU y cuestionarios a los miembros de la comunidad. También se analizaron documentos (Programación cultural, Informe anual de programa cultural) y se observaron actividades (círculos de interés, visitas a salas)
- Proyección de soluciones: Se realizó un taller para socializar los resultados que permitirán la mejora.
Etapa 3: Análisis de la información
Esta etapa se desarrolló atendiendo a los tres pasos antes expuestos:
- Visión general de su realidad: En este paso se fueron descubriendo vacíos en los miembros de la comunidad, falta de visión comparada con otras áreas de la ciudad, desconocimiento parcial de las acciones realizadas en relación al patrimonio en el CHU y los resultados alcanzados hasta el momento. No obstante, percibieron que existe una variedad de valores y significados que, basados en los saberes locales de todos, permiten ofrecer la esencia de un lugar patrimonial.
Posibilitó conocer la percepción de cambio de los miembros de la comunidad y la influencia que ejerce esta percepción en su información (lo que saben), en las representaciones sociales (lo que piensan), aspiraciones (lo que desean) y en los comportamientos (lo que hacen)
b) Reflexión crítica de lo vivido: El debate permitió identificar los intereses y las posibilidades de cada uno en el problema. Se evidencia la necesidad de un acompañamiento para aprender a investigar desde sus espacios, y comprender la situación que tiene el patrimonio del CHU, cómo era antes, a qué conducirá no resolverlo, qué información falta para responder las interrogantes. En otras palabras, aprender haciendo.
c) Proyección de soluciones: Se socializaron los resultados obtenidos y se debatieron nuevas reflexiones como lo que se aspira lograr y los objetivos que pudieran alcanzarse. De estos análisis emergen nuevas acciones para eliminar las debilidades encontradas.
Los instrumentos aplicados arrojaron los siguientes resultados:
Los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas alegan que, entre las acciones que propician la educación del patrimonio en mayor medida (91%) están las visitas a centros patrimoniales, luego los círculos de interés con un (80%) (No así para la comunidad que le atribuye solo un 25%), las exposiciones (80%), conferencias y charlas (60%) y más de la mitad de los encuestados afirman que los proyectos investigativos y socioculturales. Otras acciones mencionadas son el Taller metodológico sobre los valores patrimoniales y la historia, y actividades con especialistas de las artes y eventos.
El total de los entrevistados afirman que reconocen los valores y funciones de su patrimonio. Le atribuyen valor histórico, cultural, social, económico, político, urbano, científico y arquitectónico. Las personas de la comunidad que residen, estudian o trabajan en el CHU son capaces de entender y concebir el patrimonio como un bien común, como propiedad de todos.
Expresaron que entre los más interesados en conocer el patrimonio están en un 70% los visitantes nacionales y extranjeros (la comunidad solo le atribuye un 25% a los visitantes nacionales), los vecinos en un 10% y los estudiantes y trabajadores del Centro Histórico en un 65%, afirman que otros ciudadanos del resto de la ciudad, la provincia u otras, se interesan más por el patrimonio del Centro Histórico que la propia comunidad que radica en él.
El 8% de los que las visitaron muchas veces afirman que las razones de sus visitas son porque no conocían nada acerca del lugar con anterioridad, porque esto le permite elevar el nivel cultural, por placer. Solo el 16% de la comunidad se interesa por conocer el patrimonio según la muestra. Aun cuando el 97,5% afirmó que los recursos patrimoniales del Centro Histórico son muy importantes, la cuarta parte (25%) no pudo ejemplificar ningún objeto o recurso patrimonial de las instituciones museísticas del Centro Histórico. No obstante, a la mayoría les interesa preservar, socializar y difundir los significados de los recursos patrimoniales y consideran favorable la situación actual de la ciudad y su Centro Histórico.
Entre los criterios expuestos por los encuestados sobresalen la necesidad de mayor preocupación de las entidades político-administrativas hacia el patrimonio, que se culminen con la calidad requerida la restauración de la ciudad y el compromiso para contribuir a una ciudad bella, limpia, y conservada. Consideran que las actividades les aportan conocimientos acerca de los recursos patrimoniales y su importancia, el 50% expone que contribuyen a elevar el nivel cultural, a amar y cuidar a la ciudad y su historia. Algunos (30%) expresaron que les motiva a enseñar a otros.
En las entrevistas realizadas a expertos en el tema afirman que (…) son muchas y variadas las acciones interpretativas que contribuyen a la educación patrimonial (…) deben estar en función del proyecto o plan interpretativo que se trace, en función del público al que va dirigido, a los objetivos que se persiguen y al tipo de patrimonio que involucre (…)
(…) Entre la variedad de acciones podemos referirnos a las charlas, conversatorios, recorridos virtuales o in situ, presentación de filmes o documentales relacionados con el sitio; material didáctico interactivo, reproducciones; representaciones teatrales; conferencias; diferentes tipos de juegos, concursos de pintura, de redacción; orientación de trabajos investigativos; diferentes tipos de cursos (…)También se incluyen los propios recursos con que cuenta la institución como pueden ser los paneles, los objetos patrimoniales, las maquetas y otros recursos. El empleo correcto de estos y desde una perspectiva interpretativa, contribuye de manera directa a la educación patrimonial (…)
Entre las acciones que desarrollaron en la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos de Matanzas relacionadas a la educación patrimonial destacan en los documentos: el asesoramiento a Trabajos de Diploma (de Estudios Socioculturales), a estudiantes de otros niveles de enseñanza, investigadores, periodistas, entre otros (201 en la provincia), presentaciones de investigaciones en eventos (7), reuniones y encuentros con los miembros del gobierno y dirigentes de organismos a los que se les explica la responsabilidad que asumen al ocupar un inmueble de valor patrimonial y los monumentos locales, nacionales; las construcciones conmemorativas y sitios históricos, naturales y arqueológicos dentro de su localidad. Se han impartido cursos a Servicios Comunales, a los especialistas de los museos, a especialistas de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos. Se efectuaron 20 tareas de investigación relacionadas con el patrimonio edificado.
El proyecto Monumentos de Mi Barrio, realizó visitas a los CDR para divulgar la historia y el conocimiento sobre el patrimonio, de forma que se motivó a la población para su respeto y su cuidado.
También realizan actividades con niños y jóvenes como el recorrido por la Casa del Danzón para conocer la historia de sus figuras más importantes y todo lo que sucede con este baile en la actualidad. Se pudo disfrutar de la música y el baile, el intercambio con músicos y bailadores de diversas generaciones También visita al Museo de bomberos (Museo vivo), propició el intercambio con los bomberos, se les pidió a los niños que hicieran una carta homenaje a ellos, y que representasen los carros antiguos en dibujos, los cuales se expusieron en sus escuelas, comunidades y el museo.
Otras acciones fueron, talleres sobre el significado y el valor de los recursos patrimoniales para su cultura local e identidad; los concursos y exposiciones de diferentes manifestaciones artísticas y literarias vinculados con el patrimonio; los juegos didácticos de contenido patrimonial, multimedia, videos promocionales de sitios que apoyen el proceso educativo desde lo formal y lo no formal. Asimismo, se impartieron cursos, actividades metodológicas, acciones interpretativas; se diseñaron volantes, folletos, entre otros medios y soportes que contribuyen a la educación patrimonial.
DISCUSIÓN
Según Paulo Freire “el cambio no puede dejar de venir de afuera, pero no pude dejar de salir de adentro” (González, 2010, p.19). Atendiendo a ello, los resultados expuestos permiten establecer las siguientes consideraciones:
La educación patrimonial debe tener como fin que los sujetos sociales (individuales y colectivos) conozcan, estimen y se conviertan en portadores de los valores y significados de su herencia cultural. Que sean educadores en el espacio social donde se desarrollan, desde la cultura local y la identidad colectiva, para contribuir a la concientización en función del cuidado del patrimonio y su trasmisión a las generaciones siguientes.
Debe trascender la interdisciplinariedad. Esto contribuye a que no solo sea una perspectiva para abordar el patrimonio y su educación desde las diferentes disciplinas, sino que desde todas ellas se conciba la unicidad para la didáctica del patrimonio y su educación.
Debe vincular a los miembros de las comunidades a la investigación, difusión, conservación, socialización y educación del patrimonio, que sean ellos mismos generadores de otras acciones, los gestores, promotores, evaluadores de estos procesos e intermediarios entre las comunidades, las instituciones, las empresas y las organizaciones del Estado con el patrimonio.
Por lo antes expuesto, los diagnósticos, caracterizaciones y planes interpretativos en relación al patrimonio no se pueden realizar solo a través de propuestas de diversos especialistas y desde aristas distintas. Estos se deben acometer mediante trabajos cooperados, colaborativos, de manera reflexiva, creativa y crítica para conformar las actividades, acciones o proyectos que contribuyan a fomentar la educación patrimonial como vía para proteger y socializar el patrimonio.
El estado actual de la educación patrimonial en los miembros de la comunidad del Centro Histórico Urbano de Matanzas se presenta en fortalezas y debilidades.
Principales fortalezas:
- Los especialistas y personas de la comunidad que residen, estudian o trabajan en el CHU reconocen los valores y funciones de su patrimonio, lo perciben, lo entienden y lo disfrutan como tal.
- Los espacios públicos se convierten en escenarios fundamentales dentro del área de la comunidad para el desarrollo de actividades educativas en función del patrimonio.
- Los miembros de la comunidad son portadores de las experiencias, los valores y los conocimientos de los que se apropian y reapropian.
- Actores externos (investigadores, especialistas, profesores) participan de manera comprometida en acciones de educación patrimonial y ayudan a identificar, formular y analizar problemas.
- Principales debilidades:
- Se aprecia cierto desinterés y falta de motivación por algunas personas de la comunidad que residen, estudian o trabajan en el CHU por el patrimonio resguardado o expuesto en las instituciones y espacios públicos.
- Es insuficiente el nivel de participación de los miembros de la comunidad en relación al patrimonio, no son parte de los mecanismos de gestión.
- Limitadas acciones de educación patrimonial que tengan en cuenta las propuestas, necesidades e intereses de los miembros de la comunidad.
- La percepción de las acciones de educación patrimonial desde el punto de vista comunitario indica que, las que se realizan, son poco flexibles en su diseño en relación al tipo de público y sus características, además de no implicar a la diversidad de actores sociales que confluyen en la comunidad.
- No se sistematizan las experiencias de educación patrimonial.
CONCLUSIONES
El análisis de diversas fuentes permitió realizar un estudio basado en los aportes y experiencias de diversos autores que han abordado el término educación patrimonial desde el ámbito escolarizado y no escolarizado, así como las acciones que se realizan en el ámbito comunitario para este fin.
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Valdera, G. (2011). La Enseñanza y el Aprendizaje del Patrimonio Histórico en la Educación Primaria.
Datos del (los) autor (es)
1Licenciada en Educación. Especialidad Defectología. Especialización Logopedia; Diplomada en Estudios Socioculturales; Máster en Dirección. Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora Auxiliar. Profesora principal del Colectivo Metodológico de la Disciplina Integradora de la carrera Gestión Sociocultural para el Desarrollo. Coordina el grupo de investigación Gestión integral del patrimonio. Facultad Ciencias Sociales y Humanidades. Colaboradora de la carrera de Turismo, Facultad de Ciencias Empresariales. Universidad de Matanzas, Cuba. Orcid: http://orcid.org/0000-0003-3987-6950
2Licenciado en Estudios Socioculturales. Profesor Instructor. Imparte asignaturas relacionadas con el patrimonio cultural, la museología y la gestión sociocultural. Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Matanzas, Cuba. Orcid: https://orcid.org/0000-0002-4430-1871