INTRODUCCIÓN
Según Gustavo Martín Garzo, en un artículo publicado en “El País” el quince de junio de 2008, refiere que Fabricio Caivano, el fundador de Cuadernos de Pedagogía, le preguntó a Gabriel García Márquez acerca de la educación de los niños. Y que el autor de Cien años de soledad le contestó: "Lo único importante es encontrar el juguete que llevan dentro"(Palomero, 2012).
En Cuba, la atención educativa del niño de la primera infancia se organiza en dos modalidades. Institucional que comprende el círculo infantil y el grado preescolar de la escuela primaria y no institucional mediante el Programa “Educa a tu hijo”.
En la dirección del proceso educativo, participan diferentes actores en calidad de agentes educativos que son todas aquellas personas que desempeñan diferentes roles directa o indirectamente en la educación y desarrollo de los niños. Estos agentes educativos son: docentes, familias, médicos, trabajadores sociales, instructores deportivos y culturales, promotores y ejecutores del programa, actores sociales y políticos, visitadores, representantes de los medios de comunicación, gobiernos y organismos que determinan o forman las políticas educativas.(Ramos, 2012). Los mismos ejercen influencia educativa en los niños, transmitiendo conocimientos y fomentando el desarrollo de hábitos, habilidades y cualidades morales. Esta influencia educativa está mediatizada por el contexto que le permite al niño su desarrollo donde los juguetes ocupan un papel preponderante.
De esta manera como refiere (Giraldo & Henao, 2013) “El afecto que se le expresa a un ser humano en sus primeros años de vida, se convierte en la confianza que le permite crecer, hacer amigos, aprender a atender a otros, negociar, y desarrollar la disciplina para construir una historia original y propia.”
Resulta entonces necesario brindar afecto en la integración armónica de las acciones educativas que favorezcan la interacción de los agentes educativos y el niño con los juguetes como medio de desarrollo del niño en las múltiples actividades. En este proceso el adulto debe garantizar la estimulación necesaria con el uso del juguete, que favorezca el surgimiento de las bases para el desarrollo y formación de procesos y funciones psíquicas fundamentales, que le permiten al niño la asimilación de la experiencia histórica social del mundo en que vive. Para ello, debe cumplir determinados requerimientos, entre los que se destacan su carácter activo, el papel protagónico del niño en el mismo, su carácter colectivo y cooperativo, el conocimiento del desarrollo alcanzado por los niños, el enfoque lúdico, el clima socioafectivo, y el papel rector del adulto en la organización del proceso.(López, 2005, pág. 15)
En el cumplimiento de estos requerimientos los agentes educativos deben propiciarle al niño juguetes, materiales, instrumentos u otros objetos que en calidad de medios contribuyen al logro del máximo desarrollo integral del niño. Se pretende en este trabajo valorar el papel de los juguetes como medio de desarrollo de los niños de la primera infancia, aportando nuevos elementos a tener en cuenta para su utilización.
DESARROLLO
La atención educativa a la primera infancia en Cuba se realiza por dos modalidades, la vía institucional en los círculos infantiles y el grado preescolar en las escuelas primarias y la vía no institucional con el Programa “Educa a tu Hijo”. Ambas modalidades de atención se realizan a través de un solo programa educativo. En el caso de la vía institucional, educadoras y maestros del grado preescolar son los encargados de dirigir el proceso educativo. En el caso de la vía no institucional, quien dirige este proceso es la familia, en las condiciones del hogar, preparados por los agentes educativos.
Este proceso educativo de la primera infancia en ambas modalidades de atención tiene como fin lograr el máximo desarrollo integral posible de cada niño y niña desde el nacimiento hasta los seis años, de acuerdo con las particularidades propias de la etapa, proporcionándole la preparación necesaria para su aprendizaje escolar exitoso.
La relación entre enseñanza y desarrollo, aportan una idea significativa para la construcción de la categoría proceso educativo, al explicar el desarrollo del niño; con ello reconceptualizan el término enseñanza, al sustituirlo por el de educación, argumentando dos razones fundamentales.
La primera, consiste en fundamentar que la educación es una categoría que abarca toda la personalidad, no solo el componente cognitivo y los aspectos vinculados a este; y la segunda, es que se están refiriendo a los primeros años del desarrollo infantil, en los que predominan los aspectos educativos en general. Un fundamento importante lo constituye la relación entre enseñanza y desarrollo y el papel del otro, la transmisión de experiencia histórica social acumulada por la humanidad.
En los primeros años de vida al niño de cero a seis años no resulta tan necesario dotarlo de muchos conocimientos de manera aislada y sí de las herramientas (en calidad de saber hacer) que le permitan vivir en constante relación con el mundo de personas, objetos y fenómenos que le rodean. La familia en las condiciones del hogar y de la comunidad, los educadores, profesionales y otros agentes educativos que se encuentran en su entorno más cercano, o de los medios masivos de difusión, son los encargados de su desarrollo, enseñándole acciones, manteniendo una relación afectiva, satisfaciendo su curiosidad ante el enfrentamiento a lo nuevo.
Relacionado con este aspecto, se hace necesario meditar cómo llevar a cabo la preparación de todos los agentes educativos encargados de dirigir el proceso educativo del niño de la primera infancia con el empleo de los juguetes como medio de desarrollo del niño.
En la concepción del proceso educativo de los niños de la primera infancia se estructuran todas las actividades educativas encaminadas a la formación de la personalidad. La educación física de los niños se lleva a cabo mediante actividades encaminadas a lograr un desarrollo sano del organismo infantil e incluye tanto el desarrollo de los movimientos, como la formación de hábitos higiénico- culturales, aspectos vitales para garantizar su salud.
La educación moral y laboral de los niños está encaminada a sentar las bases para la formación ciudadana, a partir de la creación de premisas para desarrollar una adecuada educación sexual, vial, formal, educación para la salud, la formación de sentimientos patrióticos, solidarios, de amor al trabajo, entre otros. Concibe la formación de las primeras representaciones, nociones y cualidades morales, sentimientos, hábitos y relaciones que determinan el desarrollo moral del niño.
La educación estética de los niños está encaminada a desarrollar en ellos sentimientos y gustos estéticos, las capacidades de apreciación artístico-culturales y de comprensión de lo ético en lo bello, tanto en la naturaleza como en el trabajo, las relaciones sociales, la actuación de las personas, o en el arte; y a la realización de actividades dirigidas a estimular el desarrollo de la creatividad en las distintas manifestaciones del arte.
La educación intelectual de los niños se alcanza mediante actividades encaminadas al desarrollo de los diferentes procesos psíquicos, que les permitan la asimilación consciente e independiente, de las propiedades y cualidades de los objetos y fenómenos del mundo circundante, así como las relaciones que se establecen entre ellos y el desarrollo de su lenguaje.
En estas actividades encaminadas a la formación de la personalidad, es significativo que los agentes educativos conozcan la importancia de los juguetes como medio de desarrollo en los niños, al asumir que su desarrollo está mediatizado por la cultura plasmada en objetos concretos y en el otro, portador de cultura, organizador y guía, lo que significa tener en cuenta el papel del educador y de otros agentes educativos, incluidos otros niños en este desarrollo, ya que lo que el niño puede hacer hoy en cooperación con el adulto u otro niño, mañana podrá hacerlo solo.
Concerniente a ello, mediante las acciones que el niño realiza con los juguetes y otros objetos que el adulto sea capaz de proporcionarle, puede apropiarse, hacer suyos, los logros de la cultura material y espiritual teniendo en cuenta sus intereses, producto de las experiencias y vivencias previas. Muchas de ellas trasmitidas al niño por el adulto, con el uso de esos juguetes u otros objetos que en calidad de medios se utilizan en el proceso educativo de la primera infancia en ambas modalidades de atención.
Haciendo una historia del origen del juguete, el hombre juega desde que es hombre y con ello se piensa que en las cavernas se utilizaron objetos para jugar: juguetes. “En Egipto se han encontrado en tumbas muchos juguetes como soldaditos de madera policromada, muñecas de trapo, trompos, sonajeros, caballitos (...) e incluso pelotas hechas con vejigas de ovejas o madera” los juguetes reflejaban la realidad de la época”.(Rico S. , 2011, pág. 1)
Hasta tal punto es significativo el juguete en estas edades que Loredo 2005, en el estudio realizado, refiere que “los juguetes son un medio indispensable para que el niño logre su óptimo desarrollo e impedir que las actividades se consideren como “algo sin importancia” o “una pérdida de tiempo”. La selección de un juguete dependerá de la edad cronológica y mental del niño así como la condición socioeconómica de la familia. La selección de un juguete debe tener una finalidad y no debe servir para cumplir un capricho del niño o de los padres. (pág. 215)
Otro autor, define los juguetes como “objeto que se utiliza con un fin lúdico, objeto que sirve para jugar”(Rico, 2011, pág. 1). Otra definición, plantea que los juguetes, “son herramientas esenciales para el buen desarrollo del niño. Juega un papel importante en la formación de los conceptos, aptitudes, expectativas y socialización en los niños”.(Matallana, 2009, pág. 1)
Las fuentes anteriormente citadas señalan al juguete como: portador de una época, medio para el desarrollo del niño en dependencia de la edad cronológica y mental y desde la condición socioeconómica de la familia, objeto lúdico y desde este punto de vista recurso educativo y precursor del juego motor.
Además contribuye a la formación de conceptos, aptitudes, expectativas y socialización. Sin embargo existen otras consideraciones que los contemplan como herramientas indispensables en el proceso formativo, como método para el logro del aprendizaje, para el conocimiento del mundo que les rodea.
La Asociación Española de fabricantes de juguetes, plantea que un juguete “no debe ser visto apenas como un instrumento lúdico, sino como una herramienta indispensable en laeducación y desarrollo de los niños”.(Carrero N. , 2009, pág. 2)
Se señala que “todo lo que el niño utiliza para jugar puede ser considerado juguete. El niño juega con su cuerpo, con objetos, con personas y con juguetes. El juguete es cualquier objeto que el niño emplee para entretenerse y jugar (...) El juguete tiene un contenido cultural y social”. Más adelante este autor refiere que “el recurso didáctico por excelencia es el juguete, pero todos los materiales que usados de forma adecuada, generen juego también lo son”. (Bejerano, 2009, pág. 1)
Una vez analizado estos criterios, las autoras de este artículo, reafirman las ideas de algunos de estos autores: (Loredo, 2005), (Rico S. , 2011)(Matallana, 2009)(Carrero N. , 2009) (Bejerano, 2009)al entender que los juguetes son herramientas u objetos esenciales para el desarrollo del niño, que incorporados a su actividad lúdica propician el conocimiento y su desarrollo desde la creatividad, imaginación y la comunicación.
Las autoras consideran además que los juguetes son imprescindibles en el desarrollo del niño de la primera infancia en tanto estimulen el conocimiento de las características de los objetos que le rodean, sus diferentes formas, colores, tamaños y texturas, olores y sabores. Permiten descubrir la función social de cada uno de ellos. El uso de estos desarrolla en los niños hábitos, habilidades y capacidades. Aspectos antes no señalados. En el caso de la computadora como medio de desarrollo de los niños de la primera infancia, al interactuar con ella en el salón, aula o el hogar, según (Cumbá & López, 2014, pág. 263) el ambiente no debe ser ruidoso, esta condición puede influir sobre la carga mental y la disminución de la atención.
Los agentes educativos y la familia en la dirección del proceso en ambas modalidades deben distinguir qué juguetes proporcionar al niño, teniendo como elemento fundamental que sus características deben estar en correspondencia con las particularidades de los niños, en consonancia con la actividad fundamental de cada etapa de desarrollo, no debe provocar un peligro potencial, debe causar mucha curiosidad, promover la relación y la comunicación entre los niños y el adulto y entre niño y niño, ser atractivo, hechos de materiales que no sean nocivos para la salud con colores llamativos, fácil de manipular, ocasionar placer, estimular el juego, fomentar el desarrollo de las habilidades y destrezas básicas, estimular el pensamiento y la resolución de problemas, favorecer la imaginación y creatividad, favorecer la participación, ser simples y atractivos estéticamente, entre otras.
A continuación se presentan ejemplos de juguetes imprescindibles para el desarrollo de los niños de la primera infancia y de acuerdo con los elementos planteados se muestran por etapas del desarrollo lactancia, infancia temprana e infancia preescolar.
Lactancia:
Juguetes con diferentes sonoridades (marugas, relojes, cascabeles, campanillas, timbres, móviles, entre otros.
Juguetes de goma, representativos de muñecas sin pelo, gato, perro, gallo, pollito, entre otros.
Juguetes que representen instrumentos musicales: guitarra, melodium, triola) o de percusión (triángulo, claves), sonajeros, flauta, piano, tambor, entre otros.
Juguetes que a partir de una cuerda se mueven y producen sonidos.
Juguetes con ranuras de diferentes tamaños y grosor (introducir objetos)
Carritos con ruedas y una cinta en el extremo delantero que permitan ser alados.
Pelotas de 5, 10 y 15 cm. de diámetro.
Infancia temprana
Juguetes representativos de: personas, animales, muñecas, plantas, prendas de vestir, medios de transporte, entre otros.
Juegos de cocina, diferentes muñecas, batea, tendedera, palitos de tender, tabla de planchar, carros para alar, muebles (cuna, cama, escaparate, mesa, sillas, entre otros.
Muñecos de goma: gato, perro, conejo, gallina, pollito, gallo, vaca, entre otros.
Pirámides: dos y tres anillos, con un diámetro que favorezca el desarrollo de la acción, y que se va complejizando, así como la cantidad de elementos a colocar (hasta 4 elementos)
Rompecabezas de madera o cartón grueso (de dos piezas), con cortes rectos (horizontales o verticales) y de un tamaño que facilite la manipulación y las acciones de los niños.
Juegos de ensartar: Aros, anillos, ruedas, carreteles, accesibles al niño y que den lugar a una gradual complejidad.
Juguetes para abrir y cerrar: Cajas de diferentes tipos, tapar y destapar: Introducir objetos: pomos plásticos de diferentes diámetros, cajas con ranuras, cajas con orificios.
Juegos de dominó: forma, color, naturaleza.
Juguetes que representan instrumentos musicales (claves, panderetas, tambor, guitarra, caja china, maracas, platillos, la marimba el güiro, la flauta, triángulos, maracas, tambor).
Juguetes con ruedas y una cuerda para ser alados por los niños.
Velocípedos, caballitos.
Pelotas de 15 a 20 cm. de diámetro.
Títeres: de dedo, guante, varilla.
Infancia preescolar
Rompecabezas de diferente cantidad de partes (desde dos hasta cinco a seis partes (animales, objetos, plantas, personajes de cuentos infantiles, personas, juguetes u otros), con cortes (lineales: rectas o diagonales y curvas o irregulares, iniciar por cortes rectos, tanto horizontales como verticales; luego con cortes diagonales, curvos y de forma irregular. La complejidad también está en el diseño del dibujo o ilustración, así como por la cantidad de elementos incluidos en la lámina o dibujo.
Juegos de dominó: forma, color, naturaleza.
Juegos de ensarte: Aros, ruedas, anillos y carreteles, con cuerdas con el extremo poco flexible que garanticen el ensarte.
Juegos para las acciones de costura sin aguja.
Títeres de diferentes tipos (de dedo, guante, varilla).
Juguetes con figuras planas que representen las figuras geométricas, en diferentes colores y tamaños.
Bolos, aros, suizas.
Instrumentos musicales melódicos y percusios: calves, triola, panderetas, triángulos, maracas, tambor.
Juego de cocina, muñecas, mesita y sillas pequeñas, cama, cuna, tabla de planchar, escoba, trapeador, plumero, entre otros.
Pelotas de 15 a 25 cm. de diámetro.
Raquetas, bolos
Juegos de ensarte: Aros, ruedas, anillos y carreteles, con cuerdas con el extremo poco flexible que garanticen el ensarte.
Juegos para las acciones de costura sin aguja.
CONCLUSIONES
En la sistematización realizada es imprescindible conocer cómo los juguetes que el adulto proporcione a los niños en el proceso educativo del niño de la primera infancia, debe estar en correspondencia con sus particularidades, la actividad fundamental de la etapa de desarrollo en que se encuentre el niño, las necesidades e intereses, para así contribuir con el máximo desarrollo integral posible de cada uno de ellos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Cumbá, C., & López, J. (2014). Argumentación sobre la higiene del uso de las computadoras como medio de enseñanza, por niños preescolares. Rev Cubana Higiene Epidemiología, 263-269.
Giraldo, Y., & Henao, D. L. (2013). Tus historias me ayudan a crecer: relaciones entre biblioteca pública, lectura y primera infancia. Perspectivas em Ciência da Informação., Vol. 18 (Nro. 2)
.López, J. (2005). El proceso educativo para el desarrollo integral de la primera infancia. La Habana: Edit. Pueblo y Educación.
Loredo, G. J. (2005). El juego y los juguetes: un derecho olvidado de los niños. Revista Acta Pediátrica de Mexico, pp. 214 -221.
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Palomero, J. (8 de marzo de 2012). El valor del juego en el desarrollo infantil. Recuperado el 13 de septiembre de 2015, de http://aufop.blogspot.com/2012/03/el-valor-del-juego-en-el-desarrollo.html
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