INTRODUCCIÓN
La necesidad de comunicar siempre ha sido motivo de preocupación del hombre, la historia ha recogido las primeras impresiones y ello ha permitido esbozar hipótesis sobre cómo ha evolucionado este proceso hasta nuestros días.
En este sentido, la sociedad diseña modelos de interacción entre diversos agentes socializadores de cultura y la escuela desempeña un papel esencial en dicho entramado de voces. Por ello, la formación de educadores capaces de asumir y conducir acertadamente modelos de creación lingüística constituye un elemento de primordial orden.
Tal necesidad es estudiada por el urgente reclamo social de educar conductas verbales correctas y porque los agentes formadores deben constituirse en protagonistas esenciales, pues de ellos dependerá el enseñar a comprender – como expresara Alejo Carpentier- que
“un idioma no es solamente (…) el conjunto de palabras y modos de hablar de un pueblo o nación (…) Un idioma es fuera de lo fonético, fuera de lo ortográfico, el medio de expresión que ha sido perfeccionado, matizado, durante siglos, por el alma de un pueblo. Traduce su carácter, sus recónditas aspiraciones, su idiosincrasia. Se afianza en la historia, en la literatura, en el patrimonio espiritual de una raza o conglomerado humano” (Guerra Felíx,1998, p. 121).
DESARROLLO
Desde mediados del siglo XIX, en que se forja el crisol de nuestra nacionalidad, la lengua materna constituyó arma ideológica de lucha; incluso, años antes, insignes pedagogos demostraban la necesidad de una enseñanza que rompiera lo establecido por la escolástica y que fuese en lengua materna y no en el latín, propiedad solo de minorías, por lo que ya se revelaba la importancia del cuidado y conservación de la lengua para desarrollar una educación de excelencia.
Si la lengua se define como un sistema de signos lingüísticos conformado por subsistemas, entonces es coherente y pertinente abordar la enseñanza de la escritura desde un enfoque sistémico, el cual persigue desarrollar la capacidad comunicativa partiendo de las producciones de los estudiantes.
De ahí que en este trabajo se enfatiza en el proceso durante la formación inicial, por la implicación que tiene que la universidad forme al maestro para enseñar a escribir textos, porque es él quien diseña, planifica y aplica las distintas estrategias de aula que intentan facilitar el aprendizaje de aprendizaje en su totalidad. El análisis sistemático de los resultados del desarrollo de la lengua materna, revela que al iniciar la vida universitaria:
Las experiencias lingüísticas y comunicativas que traen los estudiantes de sus prácticas socioculturales precedentes, en la mayoría, no son las adecuadas a las exigencias de la situación social de desarrollo en que se encuentran: prepararse para ser maestros cultos.
Las experiencias culturales y de lectura no están acordes con el sentido de identidad cultural y de la edad en que se encuentran.
Las exigencias de la educación superior pedagógica colocan la adquisición de una competencia comunicativa como uno de los ejes curriculares durante la formación inicial, y desde una concepción discursiva que reconoce la interacción dialéctica con la sociedad y la cognición, en un proceso comunicativo y de interacción sociocultural que revela la relación entre la comprensión y la construcción desde el análisis y reflexión sobre la lengua como una interfaz que las articula. La diversidad textual, desde las dimensiones textuales, pragmáticas, lingüísticas y formales se materializa en el proceso de intelección que es la construcción de textos en el contexto de su actuación profesional pedagógica.
Tres razones esenciales permiten asumir esta posición:
Se forma a un profesional que utiliza la comunicación oral y escrita como herramienta cardinal en el proceso formativo, esto se convierte en exigencia para enseñar el tratamiento a los textos que les demandará su vida profesional.
Por el valor social del texto, de la palabra; por las necesidades comunicativas que la vida presenta a diario: argumentar, persuadir, informar, narrar, reclamar, refutar, enamorar, que justifican pedagógicamente la necesidad de formar a un profesional que se haga acompañar de la fascinación de la palabra de acuerdo con las situaciones comunicativas que enseña.
La situación social de desarrollo de los estudiantes de las carreras pedagógicas - que se distingue por la combinación especial de los procesos internos y las condiciones externas – reclama crear ambientes cultos, de desarrollo de la sensibilidad y al mismo tiempo de crecimiento intelectual en sus contextos de actuación, por lo que la universidad ha de prepararlos para la construcción de textos de diversas tipologías que respondan a las funciones del lenguaje de acuerdo con el perfil profesional de que se trate.
Enseñar a escribir textos diversos, en distintos contextos, con variadas intenciones diferentes destinatarios, desde la formación inicial de los profesionales de la educación, contribuye a la adquisición y desarrollo de la competencia discursiva de los estudiantes en las universidades de ciencias pedagógicas, como vía para alcanzar su formación lingüística. Se asume la idea esbozada por Cassany de que la escritura es manifestación contextualizada de la actividad lingüística humana en unidades identificables y estructuradas, dotada de intención, género, polifonía, variación, perspectiva crítica, que expresa las habilidades para producir textos”. (Cassany, Daniel,1999.)
Estos postulados argumentan la formación de un profesional que sea capaz de trasmitir los adecuados valores humanos socialistas desde una perspectiva desarrolladora, que implique el enseñar a asumir posiciones conscientes de respeto, atención y cuidado a la lengua materna, en una lógica dialéctica de formar hombres a través de lo profesional.
En el proceso de enseñanza aprendizaje de la construcción de textos el mayor problema teórico metodológico ha consistido en dirigir los estudios al sistema lingüístico como estructura y no a observarlo en su valor práctico y social desde la comunicación, desconociendo las parquedades comunicativas que poseen los estudiantes.
Durante un largo período se ha hecho un mayor énfasis en el resultado de la escritura y no en el proceso que conlleva a obtener un producto final, o sea, el texto ideal o definitivo. Domínguez, en el estudio teórico que realiza para modelar el proceso de construcción textual desde un enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural, presenta los diversos modelos que en la enseñanza han existido. (Domínguez García, Ileana, 2006)
¿Qué aspectos, en el orden teórico-práctico, se han constituido en barreras para conducir un proceso que no solo evalúe el producto o resultante del mismo, sino observándolo en sus lógicas contradicciones?
El acariciar una idea desde la acertada conducción del maestro.
El recopilar información sobre el asunto o aspecto que se quiere trabajar.
El de manipular la información en ese primer esbozo o intento de construir, en ese hacer y re-hacer deshaciendo lo que ya no comunica totalmente.
Tales argumentos condicionan la necesidad de atender a la enseñanza de la construcción de textos desde presupuestos teóricos bien definidos, que permitan la creación de condiciones adecuadas para la conducción y desarrollo del proceso no solo en el que enseña, sino también en el que aprende.
En la formación lingüística de los estudiantes de carreras pedagógicas se determinan las dimensiones que posibilitan el reconocimiento de los avances en los estudiantes:
Dimensión cognitivo – instrumental. La activación personológica, la pluralidad de lecturas conduce al estudiante a procesos cognitivos y afectivos más complejos a través de la producción intencional escrita relacionado con sus experiencias, la aplicación de estrategias discursivas basadas en inferencias correctas y relaciones semánticas de significado funcional en la construcción del texto como un todo cohesivo y coherente Es importante también considerar la identificación e interacción dialógica con los textos y la asociación de ideas y realidades con base a la relación del texto literario con otros campos del saber o manifestaciones del pensamiento, que amplíen su vocabulario y sus satisfacciones.
Indicadores
Reconocimiento de las estructuras lingüísticas a utilizar en función de la situación comunicativa.
Dominio del discurso como cognición y comunicación, expresión de las ideas que conforman su cosmovisión en sus formas de pensar, sentir y actuar, en el contexto cultural signado por la diversidad y la complejidad.
Desarrollo de las macrohabilidades: saber hablar, escuchar, leer y escribir.
Elaboración de sus discursos en forma apropiada y adecuándolos a las diversas situaciones comunicativas, con conocimiento de las normas propias de la lengua estándar, pero con el necesario respeto hacia cualquier variedad del español o de cualquier otra lengua.
Dimensión afectivo – motivacional. La ampliación de experiencias que conduzcan a la motivación, a la necesidad de leer, es importante para establecer las relaciones y asociaciones entre las vivencias movilizadas en las lecturas y las propias realidades, a la vez que la motivación es fuente de las vivencias.
Posibilidad para seleccionar de la realidad o referente un aspecto (el tema) sobre el que quiere o debe decir.
Utilización de relaciones léxicas (sinonimia, antonimia, hiponimia, hiperonimia) en la profundidad del discurso.
Demostración de intereses profesionales y satisfacción por lo que hace.
Actitud investigativa e inquisitiva ante la realidad pedagógica.
Dimensión comportamental - creativa. Es importante atender la aceptación de la posibilidad de enriquecer los esquemas de conocimiento sobre la literatura, su disfrute y sensibilidad insertada en el modo de actuación profesional pedagógica, así como la posibilidad de desarrollar estrategias relacionales más elaboradas que den la posibilidad no sólo de comunicarse y leer, sino aprender a pensar. Toma en consideración la necesidad de crecimiento espiritual como hablante, a partir de lo que significa para él la adquisición de conductas verbales correctas, y tiene un carácter reflexivo.
IndicadoresAsume posición crítica ante la presencia de conductas verbales inapropiadas.
Utilización de un vocabulario activo cada vez más profundo.
Construcción de textos cada vez más acabados a partir de las experiencias de lectura que va alcanzando.
Empleo de estrategias que despierten el interés en el desarrollo de la competencia lingüística y comunicativa, y en el estudio de la lengua.
Conocimiento de los mecanismos cognitivos que posibilitan la comprensión y producción de discursos y, conociéndolos, practicar en sus propios procesos el monitoreo conveniente que deriva de la metacognición, lo cual le permitirá guiar estos procesos en sus futuros alumnos . (Salgo De Vargas, María Estela.)
Conocimiento de su lengua, lo cual le permitirá describirla y reflexionar acerca de uso.
Si se asume que la competencia de la construcción de textos se expresa en un proceso autorregulado de producción de significados, para la creación de discursos orales o escritos que satisfacen necesidades e intereses individuales y sociales, que se estructuran a partir de las experiencias y los conocimientos, hábitos y habilidades; se adecuan a contextos específicos y a receptores determinados, y tienen en cuenta las variables lingüísticas y estilísticas de conformación de esos discursos, en los que se revelan la personalidad y la cultura del individuo” (Salgo De Vargas, María Estela.), entonces son observables posiciones sociológicas, psicológicas al observar la importancia del diagnóstico de la zona de desarrollo real a fin de lograr el desarrollo potencial del alumno, y la personalidad del alumno.
Es observable la relación armónica entre lo cognitivo, lo afectivo y lo conductual- motivacional, conformador de nuevas proyecciones, que conducen al planteamiento de reconsiderar el proceso de enseñar a construir en las carreras pedagógicas de acuerdo con el perfil del profesional y la enseñanza para la que se forma.
Cognitivo porque en la medida en que el estudiante se apropia de nuevas estructuras linguogramaticales aprende a construir y reconstruir textos según sus tipologías, pero sobre todo según los cuatro criterios: código, forma elocutiva, función y estilo, pues aprende a estimar qué estructuras, signos, son los fundamentales en diversos tipos de textos.
Afectivo porque va conformando el goce por lo espiritual, por lo estético, por la forma más acabada, más bella. Explicita e imprime sentimientos, emociones, sensaciones al producto que desea construir.
Conductual-motivacional en tanto ayuda a regular la conducta, a conformar un espíritu de constructor permanente, a modelar empeños superiores, pues finalmente el producto del proceso debe transformar al lector-escritor, a enriquecer sus lecturas de vida, en la vida y para la vida, en esa armonía interna entre lecturas de experiencia y experiencia de lectura.
Es válido presentar algunos aspectos teóricos que no deben dejar de ser atendidos en este proceso de enseñanza-aprendizaje:
Es necesario atender la progresión temática, es decir, el cómo se irá construyendo el texto desde aportaciones nuevas, en esa relación entre tema (qué se conoce) y rema (qué nuevo se aporta sobre lo que se conoce), lo cual irá condicionando permanentes líneas de progresión temática.
Enseñar a buscar siempre la coherencia, o sea, el crecimiento del escrito desde dentro hacia fuera, desde las secuencias oracionales, donde cada una es portadora de significados y enriquecedora del significado general, observable en esa derivación lógica y consecuente entre párrafos y discurso en general desde lo semántico, sintáctico y pragmático (relación coherencia lineal y coherencia global).
La pertinencia del escrito, de manera que la información que se vaya procesando de manera gradual, sin saltos que rompan o corten la secuencialidad, se constituyan en garantía de explicitud a partir de las nuevas secuencias lógicas que el propio texto va alcanzando en su madurez, tanto interna como externa. El uso correcto de marcadores textuales dará idea del curso que sigue el escrito, a partir de lo nuevo que se introduce.
La búsqueda del texto acabado, lo cual será expresión de la madurez del que escribe para lograr el necesario cierre semántico, momento en que se sintetizan las aspiraciones conformadas por el que escucha o lee desde el inicio del texto y la complacencia de las mismas. Hasta este punto y siendo consecuentes con los estudios realizados hasta el momento, pudieran precisarse dos aspectos esenciales que conducen todo el análisis : (Domínguez García, Ileana y Alicia González Campello, 2011)
El proceso de composición del texto no es lineal sino recursivo, se hace y rehace, pues no se debe seguir una serie de etapas discretas, sino una serie de subprocesos que interactúan unos con otros. Aunque se evalúe la construcción de textos (sea oral o escritos) en un momento determinado, siguiendo una situación comunicativa concreta objeto de evaluación, esto no significa la linealidad de la construcción, porque aunque se evalúe el producto, este será el resultado del entrenamiento que ha seguido este lector- escritor, es decir, de la serie de subprocesos integrados armónicamente en el proceso que conlleva a ese producto final.
En el proceso de conformación del texto acabado se deben tomar en consideración no solo el proceso de crecimiento del texto, es decir, los aspectos externos e internos del texto, sino también los procesos internos de crecimiento del lector-escritor. De ahí, la necesidad de desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje de la construcción de textos que no solo evalúe el producto, o sea, el texto final, sino que permita observarlo en su devenir, con sus permanentes y lógicas contradicciones argumentativas, únicas de conformar el texto ideal o definitivo. Solo así será posible conformar en los estudiantes una preferencia por atender al discurso en un contexto determinado, dada su situación comunicativa concreta, salvándolos de aplicar establecidos registros operantes según ambientes o espacios sociolingüísticos y culturales, dado por la permanencia o cercanía a ellos, acercándolos a una actitud y posición consciente hacia usos y conductas verbales correctas. ¿Qué recomendaciones didáctico-metodológicas se pudieran brindar para organizar una conducción del proceso de enseñanza-aprendizaje de la construcción de textos desde una perspectiva desarrolladora discursiva?
Lo esencial es conocer que se dirigirá la conducción de un proceso de naturaleza compleja, o sea, el discurso como objeto complejo, asumiendo que para las áreas de formación filológica el discurso es fin y medio; de igual modo, para las áreas no filológicas sería observable como medio, aunque el fin lo dé el sentido de la profesión.
Resulta necesario, sistematizar algunas experiencias que brindan luces sobre el objeto de análisis en cuestión y que serán modeladas desde los espacios de acercamientos culturales que se diseñen en los colectivos de año, atendiendo a cada uno de los componentes de la formación universitaria en sus obligatorias interconexiones:
Enseñar cuáles son las normas que en la variante cubana se observan, de manera que se puedan caracterizar los rasgos sociolingüísticos particulares de cada una, aspectos que serán objeto de análisis desde el componente académico en los cursos y seminarios especiales de Normativa, Práctica Integral de la Lengua Española, Talleres de Construcción de Textos Orales y Escritos, entre otros que desde los demás componentes podrán ser concretados y sistematizados en líneas de investigación.
Realizar inventario de la mayor cantidad de vocablos, técnicos y culturales, que poseen los estudiantes, de manera que sepan cuáles se pudieran ajustar a los diversos registros lingüísticos y/o normas que en nuestro idioma se utilizan.
Practicar el diálogo como contenido básico para el ejercicio de la profesión, a partir de demostrarle la importancia de ser un comunicador eficiente. Esta práctica condicionará la atención a las cuatro habilidades básicas, otorgándole un papel relevante a la escucha respetuosa, a la implicación en el discurso desde el manejo de diversas estructuras sintácticas en función de variadas y cada vez más complejas situaciones comunicativas. Esto permite, de igual modo, educar la autorregulación en los estudiantes, la necesidad de estudiar el discurso como objeto complejo y para ello el profesor enseñará la caracterización de:
Las estructuras del sistema en el discurso, teniendo en cuenta para ello su diversidad funcional.
Las estructuras que contribuyen a la conformación coherente del discurso.
Las estructuras lingüísticas teniendo en cuenta los procesos de comprensión y construcción textual.
La funcionalidad de las estructuras lingüísticas en el proceso de análisis estilístico de un texto o la obra de un autor. (Roméu Escobar Angelina, 2011).
Proponer actividades de construcción que condicionen la necesidad de pensar y repensar el discurso, de manera que el estudiante aprehenda nuevos caminos o procederes asociativos al tema de análisis, que ayude a conformar un correcto transcurso de pensamiento, de manera que se alcance el equilibrio en la búsqueda de qué decir (contenido) y el cómo decirlo (forma). Acciones para ello pudieran ser, entre otras:
Listar las ideas esenciales que no pudieran faltar en tu escrito.
Ordenarlas por jerarquía en la información que portan. Revisar si pudieran aparecer otras de completamiento.
Valorar el tratamiento al trabajo con las relaciones semánticas que se establecen entre las palabras que conforman un texto: sinonimia, antonimia, homonimia, polisemia e hiponimia.
Construir el acercamiento a lo que pudiera ser el texto definitivo. Volver a analizar, como proceso recursivo que es. Enseñar a no reproducir lo fichado para preparar su informe, sino que en la maduración lógica de su pensamiento utilice nuevas formas de decir, desde sus aprehensiones, lo que ya posee, donde emerjan nuevos procederes creativos. Esto, desde la autorregulación que se va alcanzando, permitirá establecer la armonía pertinente entre el proceso o acto de producir el discurso y el proceso o acto de fichaje, búsqueda y acopio de la información que le precede.
CONCLUSIONES
Variadas serían las aproximaciones sobre cómo perfeccionar el proceso de construcción textual; las aquí esbozadas solo persiguen proponer nuevos cauces en este sentido, pues la práctica del aula será el más certero indicador de cómo se podrán lograr mejores resultados. Lo esencial, es que nuestros estudiantes adquieran un sentido de amor hacia la lengua materna, y que hagan suyos los versos del poeta Manuel Díaz Martínez, titulado Palabrología:
Los clásicos nos enseñaron a no temer a las palabras.
Todas son esencialmente nobles, insustituibles y sabias. Algunas son melones dulces y otras son nueces amargas. Lo importante, sobre todo, es aprender a usarlas.
Que para gustarlas una a una nuestra lengua esté educada.
Ignoro cuáles son las buenas y cuáles las malas. Ignoro cuáles son oscuras y cuáles son claras. Herramientas son y hay que aprender a usarlas. Unas, martillos; otras, garlopas; otras, tarrajas.
Una rosca no se hace a golpes ni para cepillar sirve la pala. La discriminación racial no debe dividir a las palabras. Desde luego, algunas muerden y las hay suaves y mansas. Animales casi son: cada cual con sus flaquezas y sus armas. Lo importante, repito, es aprender a usarlas.
Están, como el vestido, sujetas a mudanzas.
Pero no son para vestir, sino para desnudar el alma. Gracia de las gracias será aquella que mejor lo haga.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cassany, D. (1999) La cocina de la escritura. (S.E.).
Domínguez, I. y González, A. (s.a.) El proceso de enseñanza-aprendizaje de la construcción de textos desde las diferentes áreas curriculares a partir de una perspectiva integradora. En Re-novando la enseñanza-aprendizaje de la lengua española y la literatura, compilación de los doctores Juan Ramón Montaño Calcines y Ana María Abello Cruz
Domínguez, I. (2006). Modelo didáctico para la orientación del proceso de construcción de textos escritos. (S.E.).
Guerra, F. (1998) Para leer debajo de un sicomoro. Entrevistas con José Lezama Lima. La Habana. Ed. Letras Cubanas.
Roméu, A. (2011) Hacia una metodología para la aplicación del enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural en la enseñanza de las asignaturas no filológicas, en Memorias del Congreso Internacional Pedagogía 2011.
Salgo de Vargas, M. E. (S.A.) Algunos aspectos de la formación lingüística en la facultad de educación elemental y especial: Simposio Internacional: “La lectura y la escritura. Nuevos desafíos”.
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