Vol. 4 Nro. 20 (2012)

APORTES DE LA OBRA DE SIMÓN RODRÍGUEZ PARA EL PROCESO DE FORMACIÓN DE VALORES EN LOS ESTUDIANTES DEL PNFE EN LA UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

CONTRIBUTION OF SIMON RODRIGUEZ’S WORK FOR THE PROCESS OF FORMATION OF VALUES IN THE PNFE STUDENTS IN THE BOLIVARIAN UNIVERSITY OF VENEZUELA

Tibisay M. Lamus de Rodríguez1

RESUMEN:

Este artículo surge del conocimiento y la preocupación por la contradicción encontrada en el proceso de formación de estudiantes venezolanos en el Programa Nacional de Formación de Educadores y Educadoras (PNFE), de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), y los documentos: “El Árbol de las Tres Raíces,” que se basa en el pensamiento político de Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez y; el Plan Nacional “Simón Bolívar” (2007-2013) aunado al eje axiológico de formación ciudadana, de formación de valores, tales como: la originalidad, el colectivismo, la responsabilidad social; ya que no se ha incluido efectivamente en el proceso de la formación de estos estudiantes en el diseño curricular del PNFE, dado que no existen unidades curriculares que fundamente este proceso, desde los componentes del programa, ni en los básicos curriculares y ni en la metodología docente-educativa. Es por ello que se considera que el conocimiento y análisis de la obra de Simón Rodríguez podría contribuir a mejorar este proceso de formación y desarrollo de valores en los estudiantes universitarios del PNFE de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Palabras claves: educación, valores, obra de Simón Rodríguez

ABSTRACT:

This article emerges from knowledge and concern by the contradiction found in the formation processs of Venezuelan students in the national program for training of teachers (PNFE) of Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) and the document: "The tree of the three roots," which is based on the political thoughts of Ezequiel Zamora, Simón Bolívar and Simón Rodríguez and; the national plan "Simón Bolívar" (2007-2013) mixed with the axiological axis of formation of citizens and the formation of values, such as: originality, collectivism, social responsibility that have not been included effectively in the formation process of these students in the design of the PNFE due to the fact that there are no subjects that support this process neither from the program components nor from the teaching methodology. For those reasons, it is considered that the knowledge and analysis of Simón Rodríguez’s work could improve the training process and values development in the students undertaking the PNFE modality in Universidad Bolivariana de Venezuela.

Keywords: education, values, work of Simon Rodriguez

INTRODUCCIÓN

La educación de valores constituye una preocupación a nivel mundial desde hace muchos años hasta la actualidad, ello requiere adoptar una nueva concepción y nuevas herramientas metodológicas para potenciar los procesos de formación de educadores, a tenor de hallar los referentes más idóneos que sustenten la formación integral del ser humano, especialmente de los estudiantes del programa de educación de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Las vías para la formación y desarrollo de valores han transitado por diferentes fuentes y concepciones teóricas; en ellas hemos visto reiteradamente sólo una visión filosófica y por tanto, una visión atomizada. Los enfoques de los últimos tiempos, apuntan hacia la asunción de una óptica más integral y transformadora, que parte tanto de la visión filosófica como de la psicológica y la pedagógica, matizados por las demandas y las características del contexto social.

La transformación social y por ende, educativa que se ha originado en la República Bolivariana de Venezuela, en el contexto del proceso revolucionario que vive el país en la actualidad, (Juárez. José., 2007, p. 23) implica brindar atención especial al proceso educativo de formación y desarrollo de los valores ciudadanos. Se concibe la formación de valores, estrechamente ligado a la formación moral y como parte integrante de la personalidad de los educadores en el Programa Nacional de Formación de Educadores en la Universidad Bolivariana de Venezuela (PNFE). Es por ello que se declara la necesidad de asumir una nueva concepción metodológica y curricular en el marco del enfoque dialéctico materialista, en que se potencie la formación y el desarrollo de valores mediante el empleo de la obra de Simón Rodríguez para consolidar el socialismo del siglo XXI en Venezuela.

DESARROLLO

El proceso de la formación y desarrollo de valores en los estudiantes del PNFE exige de acciones pedagógicas en consonancia con las peculiaridades y potencialidades individuales y colectivas. Este proceso en una aldea universitaria requiere condiciones educativas como la creación de un clima afectivo favorable, la negociación de normas de convivencia y de disciplina consciente, la interacción y protagonismo en el grupo eeducativo, la organización de actividades, acciones que propician el planteamiento y logro de objetivos y metas para la formación de los valores. En este sentido, la obra de Simón Rodríguez, es portadora de un sistema de valores que alcanzan significación social positiva como eje transversal en el diseño curricular del PNFE.

Los valores robinsonianos se asumen como la apropiación de convicciones que comportan la apropiación de conocimientos, sentimientos, intenciones conductuales y actitudes demostradas en los modos de actuación de los educadores en los modelos del deber ser (ser, tener, demostrar y rechazar) de los valores que se hallan en la obra de Simón Rodríguez y marcan la pauta de actuación comportamental de los docentes, ya que cumplen las funciones inductora y ejecutora, lo cual permite la autorregulación de su quehacer pedagógico en el marco contextual cultural actual de Venezuela.

El proceso de formación y desarrollo de valores robinsonianos se concibe como una unidad dialéctica orientada a la transformación y crecimiento del estudiante del PNFE, lo que se expresa en la consolidación y enriquecimiento de sus conocimientos, vivencias e intención conductual, que contribuyen a la regulación de la personalidad para asumir normas de conducta y modos de actuación socialmente valiosas. Para ello se ha de facilitar la creación de espacios permanentes en los que el estudiante se apropie del sistema de convicciones y modos de actuación que alcanzan significación social positiva en la obra robinsoniana. En esta labor es preciso una organización educativa en la cual se especifique, clarifique y determine el rol del profesor asesor y el de los estudiantes, sustentado en el criterio de Juárez, J. para quien “el profesor es el modelo principal en que el joven se fija para formar el cuadro de valores que dan sentido a su vida. Ante esto, la escuela y el sistema educativo tienen gran responsabilidad en la formación de su país” (Revista Ciencias de la Educación. Vol, XXVIII, Nº 3.)

La figura del profesor es fundamental en el proceso de formación y desarrollo de valores, en tanto es mediador de los procesos dados en el quehacer educativo, tal como señala Matos, M.

“el docente es un mediador no de manera declarativa, de hecho debe asumir el reto de involucrarse en la construcción del conocimiento en el aula. Dentro de la praxis pedagógica integradora, el rol del docente debe ser percibido como promotor del aprendizaje, motivador y sensible.” Matos, María. ,2002 , p. 25).

Esta autora concede el papel principal al docente en el sentido del acompañamiento y la co-construcción del proceso en su rol de enseñar y mediar para lograr el desarrollo de habilidades, el crecimiento y la transformación positiva de los individuos.

La organización adecuada del sistema de actividades educativas sustentada en los valores expresados en la obra de Simón Rodríguez, coadyuva al establecimiento de relaciones positivas en la interacción entre los miembros del grupo estudiantil para el logro de aprendizajes significativos. El hombre es un ser social que vive en relación-vinculación-interacción con otros, en la medida en que se favorezcan las vivencias, la significación social positiva alcanza una mejor realización en el comportamiento.

Para Vigostky, L.

“… el psiquismo humano se forma y desarrolla en la actividad y la comunicación, destacando los beneficios cognitivos y afectivos que conlleva el aprendizaje grupal como elemento que establece un vínculo dialéctico entre proceso educativo y el proceso de socialización humana…” (Lev Vigotsky. 1982, p. 48).

De ahí que se coincide en que la actividad grupal favorece el desarrollo del individuo, el cual tiene lugar en el proceso educativo, mediante la interacción y socialización entre los sujetos.

El trabajo en grupo permite enseñar, interactuar, relacionarse con los otros, establecer interdependencias positivas, transmitir conocimientos, educar, lo que, interpretando a Parsons, son funciones instrumentales; cuya regularidad radica en la función adaptativa, es decir, la de ayudar a los estudiantes en el desempeño de sus roles sociales y prepararlos para tal fin; por lo tanto, el grupo pasa a cumplir la categoría de foco de interacción social, en el sistema educativo, lo cual amerita que se tenga en cuenta la dinámica interna, los procesos de influencia recíproca, así como la comunicación diferencial entre los estudiantes.

En ese orden de ideas, vale resaltar que el estudiante del PNFE, participa de la actividad grupal en el contexto natural de desempeño, en las interacciones con el profesor asesor, en las escuelas en el proceso de la Vinculación Profesional, en la elaboración de sus Proyectos de Aprendizaje y en su relación contextual con las comunidades, en las que se desenvuelve con diferentes personas y personalidades. En ese contexto cobran importancia las relaciones interpersonales que se asocian a la atracción mutua (de antipatía, empatía o simpatía), grado y motivación de la afiliación pues influyen en la formación de criterios o patrones de valoración del estudiante.

Es menester iniciar este proceso creando condiciones favorables para que haya fluidez y empatía entre el profesor asesor y los estudiantes, por lo cual es preciso emplear métodos que logren un proceso de reflexión, de discusión, de diálogo y resolución colectiva de dilemas, de tareas conjuntas, de descifrar enigmas y confrontar ideas en debates dirigidos; en un ambiente de reflexión, compañerismo, respeto y camaradería. Este proceso pedagógico exige de los profesores asesores una proyección que incluya:

La planificación, proceso en el cual se perfilan todas las actividades a desarrollar y se determinan los valores que se quieren formar. Este proceso implica el diseño y la elaboración del modelo, el planteamiento de los objetivos porque esto permite establecer la relación de los objetivos, las exigencias del programa, de los básicos curriculares en los que se inserta y su vinculación con el perfil de egreso del estudiante del PNFE; así como con sus modos de actuación, los cuales se componen de una serie de convicciones que debe internalizar el estudiante y los modos de actuación en el ser, tener, demostrar y rechazar.

El diagnóstico de las particularidades del grupo estudiantil y profesoral de la aldea, para detectar qué ocurre realmente, mediante la observación y la aplicación de entrevistas y la observación de clases. Es necesario conocer el grado de desarrollo de los valores en los estudiantes. En función de ello, es menester determinar las debilidades básicas que presentan los estudiantes y en qué medida hay debilidades respecto de lo que exigen los documentos rectores de la UBV, del PNFE y del Sistema Educativo Bolivariano, en el estado actual; antes de la aplicación del modelo. Al cumplir con este procedimiento se puede establecer el diseño, la aplicación, ejecución y valoración de las acciones y actividades educativas a efectuar para emprender el proceso de formación y desarrollo de valores. De tal manera que, se puede proceder a la jerarquización y priorización de los valores en consideración a los estudiantes.

  • La determinación de las expectativas relativas a la estructura y funcionamiento del grupo en correspondencia con las aspiraciones educativas del Modelo del PNFE adaptado a los modelos del deber ser de cada uno de los valores robinsonianos.

  • El análisis de la conducta deseada por parte de los estudiantes y de los contenidos propuestos y diseñados en los modelos del deber ser de los valores robinsonianos, así como la determinación del proceso para su comprobación (instrumentos, criterios, escalas de valoración) y posterior valoración.

  • El establecimiento y la realización de acciones educativas que faciliten la implementación del modelo, lo que conduce a llevar el proceso en forma gradual de lo más sencillo a lo más complejo, determinando las relaciones entre los modelos del deber ser de los valores y la adecuación de las actividades para su ejecución en virtud de sus complejidades.

  • La organización, realización – instrumentación. Es necesario determinar cuándo y dónde se realizarán las actividades: conocimientos, contenidos, valores, obras de Simón Rodríguez, momentos, recursos, estrategias, participantes, actores, objetivos, tareas, proceso de asimilación de ideas y realización de actividades derivadas de los modelos del deber ser que debe ser del dominio de los estudiantes. Es recomendable lograr que se interrelacionen las actividades docentes y las extradocentes, el uso de dilemas y la participación grupal estudiantil, realización de talleres, exposiciones, galería de conocimientos, periódico escolar, micros radiofónicos, foros, seminarios, conferencias y conversatorios, autoestudio, trabajo independiente y grupal, entre otras.

  • El establecimiento de incentivos y motivación para realizar la orientación recibida, luego de lo cual el estudiante ejecuta y se controla y autorregula, el profesor asesor debe explicar muy bien los objetivos propuestos, las exigencias hechas y las orientaciones para la actividades, es decir el profesor debe explicar el qué se va a hacer y el cómo hacerlo.

  • La selección y aplicación de vías para el control, valoración y seguimiento de los resultados educativos obtenidos a través de la puesta en práctica de las acciones educativas planificadas. Este proceso es tan o más complejo que los anteriores requiere un trabajo arduo y facilita determinar el grado de desarrollo alcanzado por los estudiantes.

La obra de Simón Rodríguez es portadora de un caudal de valores que pueden utilizarse como eje transversal en el diseño curricular del PNFE, hay consejos y máximas robinsonianas para cada uno de los valores sustentados en la obra “Luces y virtudes sociales”: el saber es la facultad necesaria para el hacer” (p. 34)” Todos deben saber hacer efectivo lo dispuesto para bien de todos” (Pág. 105). “La instrucción pública debe ser nacional” (p 108). “La ocupación es una virtud” (p. 83). “Necesitamos hombres libres y trabajadores”. “Es necesario educar para el trabajo y la producción”, “criticar es juzgar con rectitud”, “para combatir la ignorancia es menester proteger la propagación de las luces y virtudes republicanas” (p.30). “La América no debe imitar servilmente si no ser original”. (p. 81).”Son necesarias las ideas antes que las letras.”

“Lo que debe enseñarse a los niños es lógica, cálculo y pensamiento liberador” (p. 103).”Es necesario enseñar a hablar, leer y escribir las lenguas maternas y el castellano, antes que el latín” (p.143). “los conocimientos son propiedad pública” (p.67). “Las ideas que se hallan en los libros no podrán dejar de ser nuestras” (p. 89). “La tradición es utilísima en las ciencias” (p.90). “Los conocimientos ayudan a erradicar la ignorancia de la clase popular” (p. 89).

Simón Rodríguez es el educador emblemático de la razón, del pensamiento social, defensor de la educación popular, el modelo de educador socialista que requiere la Nación para impulsar las transformaciones sociales necesarias para que se privilegie la cultura y la historia local, propia, frente a lo foráneo y a lo extraño, para formar los valores socialistas requeridos para la refundación de la república, tal como se evidencia en estas frases que son sustento de las obras robinsonianas.

La jerarquización de los valores, se establece de acuerdo a la necesidad de poseerlos por parte de los docentes en formación y por la recurrencia de la aparición y pertinencia de los mismos para la formación de educadores. De acuerdo con lo cual, se determinó su jerarquización de la siguiente manera:

1) La educación como bien común formación dirigida al desarrollo intelectual, social y moral de las personas para proporcionar bienestar a todos por igual. Para Simón Rodríguez, la educación debe ser general y pública para que sea una educación social y popular que llegue a todas las personas por igual, sin distingos de ningún tipo, que favorezca a los más sectores más débiles de la sociedad, con apego a la historia local y respeto por las diversas manifestaciones culturales y sociales.

2) El valor laboriosidad o educación para el trabajo, se define como la constancia y dedicación al trabajo. Dificultad o complejidad de una tarea. Para Rodríguez era fundamental enseñar un oficio, un trabajo que permita impulsar la actividad en la comunidad para ayudar al desarrollo de lo social y lo personal en el individuo, a partir de la internalización y realización de los modos de actuación de una profesión u oficio determinados, dejar de ser carga social y ofrecer aportes en su contexto local.

3) La originalidad, cualidad de original, que sorprende por su singularidad, que no imita, sino que es una novedad, con creación nueva que implica innovación, capacidad creativa e inventiva de ideas y de pensamiento crítico, reflexivo y creativo.

4) El poder del conocimiento socializado, posibilidad y capacidad de su apropiación y difusión, comunicar el saber, los contenidos, la cultura, la historia para todas las personas. Dominar, conocer y difundir la cultura y la historia de la humanidad en el proceso de múltiples influencias sociales recíprocas.

5) La responsabilidad social, el sentido del deber, respeto por la sociedad humana y de las relaciones entre los individuos, los grupos u organizaciones sociales. La responsabilidad social comporta la necesidad de atender los requerimientos socio familiar, cultural y educativo de los individuos.

6) El colectivismo, pertenencia a un gran número de personas con características comunes. Ello implica el desarrollo del sentido de pertinencia social, atendiendo los intereses de los demás, de los grupos y colectivos en función de su bienestar antes que los intereses propios.

7) La independencia, situación de una persona que no depende de otra. Se trata de lograr la autorregulación social, la autonomía y la autodeterminación individual para lograr el desarrollo de la personalidad en el proceso de individualización y socialización del ser humano.

8) La libertad, vista como la capacidad natural del ser humano para hacer o no hacer algo y para elegir la manera de hacerlo. Libertad de pensamiento, de expresión con responsabilidad. Cualidad de tomar decisiones, resolver problemas educativos con la metodología pedagógica más adecuada.

9) La justicia, virtud que consiste en dar a cada uno lo que le pertenece o corresponde. Ello indica que el educador debe ser comedido, demostrar justeza, equidad, templanza de carácter y entereza social para permitir los juicios y valoraciones de los seres humanos en el proceso de socialización.

10) Igualdad, todo individuo es de naturaleza humana por ello debe ser tratado con igualdad de condiciones, sin favoritismos, sin imposiciones y sin ningún tipo de menoscabo de sus potencialidades y capacidad de desarrollo de su personalidad.

En los siguientes básicos curriculares y componentes, se manifiestan algunas formas de relacionar los valores robinsonianos con el contenido:

Pensamiento político Latinoamericano y Caribeño, el análisis político, las definiciones y los aportes robinsonianos sobre política son dignos de conocer y reflexionar, para promover la habilidad del pensamiento y razonamiento crítico presente en la obra de Rodríguez, especialmente en “Sociedades Americanas en 1828”, “Extracto suscinto sobre Educación Republicana” y en defensa del Libertador de a medio día de América (del sur).

Introducción a la Filosofía y la sociología las obras robinsonianas poseen un fuerte matiz filosófico y, especialmente sociológico, por tanto, se recomienda su uso para la comprensión de la historia política y social de América y de la República Bolivariana de Venezuela.

Psicopedagogía y Sistema Educativo Bolivariano, se considera que en la obra robinsoniana se encuentran los fundamentos de la pedagogía venezolana: “Reflexiones y vicios de la Escuela de primeras letras de Caracas y medios para establecerla y acometer su reforma”, el “Proyecto de Educación Popular”, “Extracto Suscinto de Educación Republicana”, “Consejos de Amigo dados al colegio de Latacunga”, “Educación Republicana” y “Luces y virtudes sociales”

En los componentes: Vinculación Profesional Bolivariana y Proyectos de Aprendizaje, la obra de Rodríguez alcanza significación para desarrollar el análisis, reflexión, indagación y argumentación acerca de lo relevante del conocimiento técnico y científico ya que se aprecia el legado axiológico para la formación del nuevo ciudadano, el nuevo republicano que se necesita en la transformación social del país.

Rodríguez en su obra ofrece una idea que ayuda a modelar el papel de ejemplo y guía del docente, al respecto escribió: “el profesor es el que hace ver, por su dedicación, que se aplica exclusivamente a estudiar un arte o ciencia” (Rodríguez, Simón, 2001,p. 246)., lo que puede relacionarse con que

“El profesor debe ser un mediador ante el grupo, y debe considerar que el conocimiento no es algo acabado, es necesario construirlo a partir de la interacción entre los sujetos que participan del proceso, esto por supuesto requiere de un dominio considerable de los contenidos para que pueda satisfacer las inquietudes y cuestionamientos en el proceso de diálogo e interacción” Reinoso Cápiro, Carmen, 2002, p. 120)

Lo anterior sustenta que se puede potenciar la formación y desarrollo de valores robinsonianos en los estudiantes del PNFE, en el trabajo grupal y de organización, asignación y realización de las actividades conjuntas, el profesor debe incentivar y promover el intercambio de vivencias, opiniones, criterios y valoraciones en grupo, lo que favorece las orientaciones valorativas y motivaciones por las tareas grupales, con el empleo de estilos de comunicación democráticos.

La perspectiva robinsoniana para la construcción de una sociedad justa se sustenta en una visión colectiva bajo una concepción ético-política de los valores fundamentales del ser humano. Simón Rodríguez fue un educador de avanzada que preconizaba la educación popular para la formación de republicanos por lo que creía en la importancia de formar a las personas para construir un nuevo orden social, y promovía nuevas orientaciones para la acción educativa social y política.

En el desempeño de la labor educativa del profesor universitario, se articulan las siguientes acciones:

  • Realizar una caracterización detallada desde el punto de vista psicológico, y sociofamiliar de los estudiantes del PNFE.

  • Dirigir en forma adecuada, contextualizada la actividad estudiantil para el logro y alcance de la formación y desarrollo de valores robinsonianos.

  • Propiciar en las actividades, el protagonismo de los estudiantes del PNFE, respecto a su participación, y la realización de actividades y técnicas de autoestudio para alcanzar el desarrollo de valores.

  • Emplear diversos métodos activos y problematizadores para suscitar la actividad, los enigmas y el uso de dilemas.

Al coordinar e integrar el aprendizaje, en función del trabajo grupal, las funciones del profesor en la labor educativa poseen una notable importancia centradas en las siguientes:

  • Planificador. Orientada a la elaboración del plan de acciones, dosificación y distribución del trabajo y del tiempo, de los recursos pedagógicos necesarios para considerar en su plan de trabajo.

  • Organizador. Implica la exposición-explicación a los estudiantes de la metodología de trabajo, la organización de los equipos y la distribución de tareas.

  • Expositor. Permite la exposición-explicación-demostración magistral del tema, utilizando la técnica expositiva-explicativa, entre otras, como instrumento de aprendizaje.

  • Orientador. Responde con claridad a las interrogantes de los estudiantes, aclara las dudas de los mismos, los guía y asesora en la realización de las tareas, trabajo independiente y demás actividades.

  • Coordinador. Permite la dirección-conducción-orientación del proceso educativo, el control y la supervisión del trabajo que realizan los equipos y el grupo en total.

  • Moderador. El profesor asesor realiza sesiones plenaria con el grupo, presenta a los invitados, lee diversos tipos de textos, aclara los objetivos propuestos, promueve y modera la participación e interacción entre especialistas, profesores invitados y estudiantes e indica el tema, la tarea y la metodología, otorga el turno de intervención a quienes lo solicitan, anota en la pizarra ideas sobresalientes y saca conclusiones generales, clarifica puntos pendientes por discutir.

El cumplimiento por parte del profesor de las funciones anteriormente planteadas permite desarrollar la orientación, ejecución y control del proceso de formación y desarrollo de valores robinsonianos en los estudiantes del PNFE. El empleo de las tecnologías de la informática y la comunicación, tales como el televisor, video y la computadora, entre otras, no implica por sí mismos, garantía de una interacción constante de los participantes en el proceso educativo, por lo que debe considerarse la posibilidad de afectación en el enriquecimiento de las influencias mutuas. Por lo que el profesor debe pensar y reflexionar respecto a la organización y dirección de este proceso y sobre la determinación de los métodos para potenciar la formación y desarrollo de valores robinsonianos.

Al seleccionar y aplicar las técnicas para el trabajo grupal en la formación y desarrollo de valores robinsonianos en los estudiantes del PNFE. En la aplicación de las técnicas para el trabajo con el grupo escolar el profesor tiene en cuenta determinadas recomendaciones, entre ellas: (Bustillos, Graciela y Vargas Laura. ,1999).

a) Desde la orientación inicial debe lograrse motivación por el tema seleccionado, mediante diversas estrategias.

b) Empleo presentación de objetivos, uso de marcadores tipográficos, uso de esquemas y mapas conceptuales, uso de gráficos previos.

c)Presentación de la Obra Completa de Simón Rodríguez, selección de fragmentos de las obras y lecturas seleccionadas de Simón Rodríguez.

d) Presentación de la compilación denominada: “Inventamos o erramos” elaborada y prologada por Dardo Cúneo.

e) Presentación de varios autores exégetas de la obra robinsoniana, entre los que destacan: Alfonso Rumazo González, Secundino Urbina y Arturo Uslar.

f)Organización de debates, de trabajos grupales, discusiones, lectura, análisis e interpretación de fragmentos, relacionar con la época colonial-contextual robinsoniana y la época actual, empleo de dilemas educativos, discusiones, opiniones, puntos de vista, resolución del dilema.

g) Realización de preguntas para el debate del tema, presentación de dilemas previamente preparados para suscitar la discusión y la confrontación de ideas, así como la búsqueda de soluciones creativas surgidas de los aportes colectivos.

h) Análisis de los elementos esenciales de la técnica.

i) Relacionar estos elementos históricos, sociológicos, filosóficos, psicológicos y pedagógicos con la realidad contextual venezolana, su Sistema Educativo Bolivariano, la Reforma Educativa de 2007 y el propio proceso educativo del PNFE.

j) Elaboración de conclusiones o síntesis individuales y grupales acerca de los temas debatidos y discutidos.

k) Asignación, orientaciones y explicación de tareas y trabajo independiente.

El intercambio coadyuva a la realización del seguimiento entre los diferentes miembros del grupo; el estudiante aprende de ese compañero con el que interactúa día a día, o él mismo le puede enseñar, cabe apoyarse y apoyar, en la misma medida en que se posean diferentes medios de interacción, el grupo podrá enriquecerse, aumentar sus refuerzos y retroalimentarse. La actividad vivencial del grupo permite el desarrollo y potencia las habilidades personales; de igual forma da la posibilidad de crecimiento del grupo, a lo que se suma la obtención de habilidades grupales como: la escucha, la participación, el liderazgo, la expresión de vivencias, la manifestación en acciones de intención conductual con apego a los valores robinsonianos vivenciados en acciones concretas, la coordinación de actividades, el seguimiento y la evaluación del proceso de aprendizaje.

Esta forma de organizar el proceso educativo con los estudiantes del PNFE permite la socialización del conocimiento y el intercambio. Este tipo de aprendizaje, refiere la planeación previa de la clase, teniendo claros los objetivos educativos que desea lograr, implica además el uso de estrategias de aprendizajes no convencionales o tradicionales, significa hacer uso del carácter activo del estudiante y el grupo, esto conlleva a que el profesor tenga una mayor dosis de creatividad.

Se coincide con la idea de que el aprendizaje colaborativo se adquiere a través del empleo de métodos de trabajo grupal caracterizado por la interacción y el aporte de todos en la construcción y socialización del conocimiento. Aquí el trabajo grupal apunta a compartir la autoridad, a aceptar la responsabilidad y el punto de vista del otro y a establecer consenso con los demás, en un clima de respeto, confianza y solidaridad.

CONCLUSIONES

El trabajo en colaboración requiere compartir experiencias y conocimientos y tener una clara meta grupal en la que la retroalimentación es esencial para el éxito del grupo de trabajo. Lo que debe ser aprendido sólo puede conseguirse si el trabajo del grupo es realizado en colaboración. Es el grupo el que decide cómo realizar la tarea, qué procedimientos adoptar, cómo dividir el trabajo y las tareas a realizar.

Una premisa esencial para el aprendizaje colaborativo es la voluntad de hacer o actividad directa de cada miembro del grupo, en correspondencia con sus modos de actuación, evidente en los procesos indagatorios para elaborar los proyectos de aprendizaje y en la puesta en práctica de su vinculación profesional bolivariana, lo cual es fundamental porque el aprendizaje colaborativo se basa en la actividad de cada uno de los miembros. Por su carácter, la obra de Rodríguez expresa el sentido de la pedagogía venezolana, los individuos adquieren significación a través de imágenes que permiten interpretar, recrear y vivir la realidad. Ella es un medio de acceso al conocimiento de lo universal, lo latinoamericano, facilita la posibilidad de realización espiritual - individual y colectiva -, así mismo se convierte en mecanismo de interacción social, a través de las funciones valorativa y reguladora que estimulan el conocimiento de sí mismo y de los demás, de la autovaloración y autorregulación en correspondencia con los ideales, intereses y motivos de los estudiantes del PNFE.

La obra de Simón Rodríguez aporta a los modos de actuación esenciales del estudiante del PNFE en su proceso de formación y vinculación profesional bolivariana, con la formación necesaria para contribuir en la construcción de un modelo de país más justo, más equitativo y con arreglo al encargo socioeducativo hecho en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el Primer Plan Nacional “Simón Bolívar” 2007-2013, en el documento rector de la Universidad Bolivariana de Venezuela y en las orientaciones para perfilar el eje axiológico del Programa Nacional de Formación de Educadores y Educadoras.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bustillos, G. y Vargas L. (1999). Técnicas participativas para la educación popular. Tomo 1. México. Instituto Mejicano para el Desarrollo Comunitario,

Juárez, J. (2007). Hacia una educación posible: valores, virtudes y actitudes en la escuela. Revista Ciencias de la Educación. Vol, XXVIII, Nº 3.

Matos, M. (2002). Enciclopedia de la Pedagogía. Madrid: Espasa Calpe.

Reinoso, C. (2002). La labor del maestro en el contexto grupal. En: Nociones de sociología, psicología y pedagogía. La Habana: Pueblo y Educación.

Rodríguez, S. (2001). Obra Completa. Tomo I. Venezuela. Presidencia de la República.

Vigotsky, L. (1982). Pensamiento y Lenguaje, La Habana: Pueblo y Educación.