Diversidad, problemáticas sociales y la enseñanza de las humanidades (competencias socioemocionales) en el estudiante normalista
Diversity, social problems and the teaching of the humanities (social-emotional competences) in the normalista student
Artículo de investigación
Cinthia Jessica Sánchez Serrano1
cinjess188v@hotmail.com
Odete Serna Huesca2
odetesh@hotmail.com
Isabel Rubio Martínez3
isa_211m@hotmail.com
Mario Rodríguez Rayón4
rayonmr6@hotmail.com
Cómo citar el artículo: Sánchez-Serrano, C.J., Serna-Huesca, O., Rubio-Martínez, I. y Rodríguez-Bayón, M. (2021). Diversidad, problemáticas sociales y la enseñanza de las humanidades (competencias socioemocionales) en el estudiante normalista. Atenas, Vol. 2 (54), 54 - 67.
RESUMEN
La educación humanista es un imperativo en la presente sociedad que enfrenta el deterioro de las relaciones interpersonales generando problemáticas como la violencia, discriminación, racismo, entre otras. Particularmente, es urgente revisar la formación de docentes para que, en su quehacer profesional, los profesores intervengan para la conformación de seres humanos integrales en una cultura de paz. Los avances de esta investigación mixta tienen como objetivo identificar las problemáticas sociales que enfrentan los estudiantes normalistas en su proceso de formación. Se realizaron guiones de observación y entrevistas con informantes clave para realizar análisis del discurso. Los resultados obtenidos hasta el momento, permitieron identificar categorías relacionadas con problemas sociales, como discriminación, exclusión, violencia, entre otros, con los cuales convive y van convirtiéndose en formas de interacción “normales” que se van aceptando en detrimento de una educación humanista que valore la diversidad en todas sus manifestaciones. Las conclusiones hasta el momento logradas, apuntan a la necesidad de promover en la institución de formación, prácticas diferentes donde se promueva el pleno respeto a las personas; la formación en el ámbito socioemocional se perfila como un aspecto importante que contribuirá a lograr docentes promotores de una cultura de paz, tan necesaria en la actual sociedad.
ABSTRACT
Humanistic education is an imperative in the present society that faces the deterioration of interpersonal relationships generating problems such as violence, discrimination, racism, among others. In particular, it is urgent to review the training of teachers so that, in their professional work, teachers intervene to shape integral human beings in a culture of peace. The advances of this mixed research aim to identify the social problems that normal school students face in their training process. Observation scripts and interviews with key informants were conducted to conduct discourse analysis. The results obtained so far, allowed identifying categories related to social problems, such as discrimination, exclusion, violence, among others, with which they coexist and are becoming "normal" forms of interaction that are being accepted to the detriment of a humanistic education that value diversity in all its manifestations. The conclusions reached so far point to the need to promote different practices in the training institution where full respect for people is promoted; Training in the socio-emotional field is emerging as an important aspect that will contribute to achieving teachers who promote a culture of peace, so necessary in today's society.
Palabras clave: Diversidad cultural, educación inclusiva, formación de docentes, problemas sociales.
Keywords: Cultural diversity, inclusive education, teacher training, social problems.
INTRODUCCIÓN
Atender a la diversidad representa un desafío para cualquier sistema que quiera tratar esta temática, dada la complejidad que implica lograr interacciones positivas en los sujetos; para el Sistema Educativo Mexicano se apuesta por una educación inclusiva por el respeto a las diferencias para que las interrelaciones entre las personas sean armónicas ante la multidiversidad de los seres humanos y, en caso de existir conflictos, estos se resuelvan para lograr una sana convivencia; sin embargo, las transformaciones sociales, los cambios culturales, políticos y económicos, provocados por la sociedad de la información y del conocimiento (Sánchez, & Tobón, 2020), han propiciado deficientes relaciones interpersonales (Barreto., & López, 2016) que se derivan de la intolerancia a las diferencias, reflejadas en la violencia, la discriminación, el racismo, la exclusión, la desigualdad, entre otros (Conde, 2011), las cuales se visualizan y normalizan en nuestras instituciones educativas; parecen aceptarse como producto de la educación de los medios masivos de comunicación, de la sociedad y del núcleo familiar (Saucedo & Guzmán, 2018).
Bourdieu & Passeron (1996) mencionaban que las escuelas, son cajas de resonancia que amplifican lo que ocurre más allá de las paredes que las conforman, lo que permite cuestionarnos ¿qué está pasando con la sociedad?, ¿por qué se están dejando a un lado las características que nos identifican como seres humanos?, ¿qué están haciendo las escuelas de formación por el respeto a la diversidad?, ¿cuáles son las problemáticas sociales que enfrenta el estudiante normalista por el no respeto a la diversidad?, ¿cuál sería la importancia de promover una educación humanista?, tal parece que se están ignorando las dimensiones personales, sociales, emocionales, biográficas, esenciales en el desarrollo del sujeto (Sánchez, 2015), bajo esta idea las instituciones educativas se han configurado como un espacio de riesgo y no precisamente como algo que contribuya a establecer interrelaciones armónicas ante la diversidad de las personas, por lo cual las últimas investigaciones señalan que, como resultado de la revolución educativa, se ha abierto un nuevo debate en pedagogía que incluye el aspecto humanístico (en el que destaca el desarrollo de las competencias socioemocionales), fundamental a ser considerado en los espacios curriculares, como medio para la resolución de problemas de corte social a los que tenga que enfrentarse el estudiante, toda vez que permitirá “detectar los síntomas y la gravedad de la crisis en la que hoy vivimos” (Bonifaz, 1987 citado en Esquivel 2004, p.312).
El problema que se aborda en este estudio es la violencia en todas sus manifestaciones que se encuentra presente en las aulas a partir de diversos factores y afecta de forma negativa las relaciones entre los estudiantes. La intervención del docente, en muchas ocasiones, también contribuye a que dicho problema se incremente obstaculizando de forma significativa, una educación humanista. Durante el proceso de formación de los docentes, la educación socioemocional no forma parte del plan de estudios de un profesional capaz de atender a las problemáticas derivadas de agresiones, violencia, discriminación, exclusión que son grandes obstáculos para promover los aprendizajes en los estudiantes y sobre todo, para contribuir a una cultura de paz.
METODOLOGÍA Y MÉTODOS
La presente investigación reporta los avances parciales cualitativos de una investigación mixta, la cual representa la integración o combinación entre lo cualitativo y cuantitativo, mezclándose en el proceso o al menos en la mayoría de sus etapas (Hernández, Fernández & Baptista, 2014). En el presente reporte se detallan los resultados parciales, derivados de la aplicación de un guion de observación y una entrevista, tratando de profundizar a partir de la aproximación o retrato de la comprensión social real del estudiante normalista del quinto semestre de las especialidad de Pedagogía y Química a partir de la información proporcionada en entrevistas a informantes clave después de haber realizado observaciones directas en diversos cursos con el propósito de detectar estudiantes con actitudes de agresividad, poca tolerancia, violencia o discriminación o bien; haber sido víctimas de ellas.
Se realizaron audiograbaciones con la autorización de los informantes clave que se consideraron necesarios a partir de los siguientes criterios: a) ser alumnos del quinto semestre de las licenciaturas ya mencionadas; y b) haber manifestado y/o sufrido violencia, agresión, violencia, discriminación. Después de la sistematización de la información, se realizó el análisis del discurso entendido como:
RESULTADOS
A partir del análisis realizado tanto de los guiones de observación como de las entrevistas (discurso), se identificaron las siguientes categorías en los estudiantes participantes:
La perspectiva de la diversidad: Diversas investigaciones concuerdan en decir que la diversidad:
es la expresión plural de las diferencias; diferencias no traducidas en negación, discriminación o exclusión, […] sino en reconocimiento de los otros distintos a mi como partes de una misma entidad colectiva que nos incluye […] La diversidad es aceptar el derecho de cada quien a ser distinto y a ejercer ese derecho a ser distinto (Guédez, 2005, p.113).
De esta manera se considera que la atención a la diversidad debe ser un reto permanente para las instituciones educativas (Aguado, 2009), motivo por el que es relevante saber qué piensan los estudiantes normalistas sobre esta, comentarios como “somos diferentes y hay que aceptarnos” (EA17-2019) , “Algo o alguien que no es igual a mí” (EA22-2019), “a las diferencias de sexo, género, gustos, raza, religión” (EA13-2019), “lo opuesto a mi” (EA13-2019), “la presencia de cosas diferentes” (EA17-2019), “la existencia de algo que es distinto a ti” (EA15-2019), permiten ver que las perspectivas de los estudiantes son poco claras porque la reconocen como diferencia en oposición al término de igualdad (sin especificar a qué tipo de diferencia se refieren), por lo que no se plantea una distinción clara entre diferencia, desigualdad y diversidad (Dietz, 2017).
Problemas sociales del estudiante normalista: los alumnos relataron experiencias vividas dentro de la ENSM, que permitieron identificar las problemáticas sociales que se gestan en su institución de formación al no respetar las diferencias, algunas narraciones son visualizadas como normales, como relaciones cotidianas que se establecen, sin darse cuenta que afectan considerablemente el clima social - escolar e incluso, promueven interacciones violentas entre los estudiantes (Valdés, Estévez & Manig, 2014):
- Racismo: “me dicen la prieta” (EA3-2019), “la pinta” (EA8-2019), “la “güera” (EA10-2019), “me hacen sentir diferente por mi color de piel, y por ser el oaxaco” (EA7-2019), comentarios de estudiantes normalistas que enmarcan el recorrido ideológico, que resalta los esfuerzos y necesidades por reunir y fortalecer el estudio del racismo en el país, las atmósferas intelectuales que se gestan y potencian, y también la tensión entre las realidades observadas y las agendas educativas (Moreno, 2016), así como las tradiciones de un pensamiento cultural muy arraigado. El racismo, en este caso para nuestros estudiantes normalistas, se refleja en la limitaciones o requisitos de una persona que es estigmatizada o discriminada por su apariencia física, dando respuesta a situaciones estructurales que definen comportamientos, reproducción e influencia, modos de representación, contextos, posibilidades, inclusiones y exclusiones, moldeados racialmente (Goldberg, 2002, se citó en Turpo, & Gutiérrez, 2019), defendiendo una supuesta inferioridad racial.
- Discriminación: Enunciados como “para ser honesto siento que me hacen a un lado por mi forma de hablar y de vestir” (EA6-2019), “yo ni los pelo porque cada que hablo o digo algo me rechazan porque no sé mucho” (EA7-2019), “pues al principio creí que me iban a rechazar por mi preferencia y mi forma de sentir, pero ya después me aceptaron cuando me aguanté con sus burlas, pues tengo las de perder, así que mejor no les digo nada” (EA3-2019), denotan que la discriminación está siendo toda aquella distinción, sin causa racionalmente justificable, que causa un daño o perjuicio a una persona (Covarrubias, Martínez & Molina, 2018).
- Desigualdad: “no hay igualdad en la escuela” (EA14-2019), “los maestros no son justos con los compañeros, tienen sus consentidos” ” (EA12-2019), “los propios compañeros te hacen a un lado porque no tienes los mismos recursos o conocimientos” (EA15-2019), “se burlan por la ropa que llevas” ” (EA3-2019), “me da pena con mis compañeros porque desayuno o pago las copias, porque no me alcanza para todo”(EA5-2019), “se burlan por el lugar donde vivo, ni que ellos vivieran en una zona nice”(EA8-2019), son comentarios que constituyen a la igualdad con el valor adquisitivo de una persona, con lo que posee o características diferentes que no garantizan sus derechos (D´amico, 2016).
- Exclusión: es un proceso que va más allá de la cuestión meramente económica, “me he sentido a veces alejada de mis compañeros” (EA8-2019), “a veces te hacen a un lado” (EA23-2019), “recuerdo que un día hicieron una fiesta y no me tomaron en cuenta por mi forma de ser, me sentí excluida” (EA20-2019), “en una actividad de una maestra, me tocó el trabajo más equis, yo creo que la maestra creyó que no era buena y no confió en mí” (EA15-2019), lo anterior se puede analizar y entender como un proceso multidimensional, que tiende a menudo a acumular, combinar y separar, tantos a individuos como a colectivos, de una serie de derechos sociales tales como el trabajo, la educación, la salud, la cultura, la economía y la política, a los que otros colectivos sí tienen acceso y posibilidad de disfrute y que terminan por anular el concepto de ciudadanía (Jiménez, 2008).
Los problemas mencionados, enmarcan lo que día a día viven los estudiantes normalistas en su ámbito educativo, con los diversos agentes involucrados en el proceso de formación, principalmente se denota la manera en que se relacionan a través de la violencia, categoría subsecuente de análisis.
Escuela de formación y prácticas pedagógicas: Otro resultado importante encontrado en el análisis, está relacionado a la actuación que tienen los estudiantes normalistas en la escuela de formación y práctica pedagógica, ante las diversas problemáticas que se gestan por el no respeto a la diversidad, lo cual, de manera general, al ser solamente observadores, sin intervenir, por no tener la autoridad necesaria, por no querer meterse en problemas, o simplemente por ver este tipo de situaciones como normales. Los argumentos que manifestaron se relacionan principalmente con los profesores - tutores quienes les dicen: “no te metas en problemas con los padres de familia y alumnos déjalos, así se llevan” (EA09-2019), “el maestro me dijo que ese niño ya está reprobado en todas las materias y lo sacarán de la escuela” (EA17-2019), “de que chille en mi casa a que chillen en la suya, mejor en la suya” (EA22-2019) por ende, los normalistas evaden dar respuesta a situaciones o problemáticas sociales convirtiéndolas en invisibles, aunque estén presentes, por miedo o porque no cuentan con las herramientas necesarias para poder atender este tipo de cuestiones.
Los normalistas comentaron no saber cómo actuar porque no quieren “tener problemas” ya que han observado que algunos maestros han sido acusados por los padres de familia y se dan cuenta que hay muchas restricciones para intervenir; lo que se infiere con esto a simple vista, es que no han asumido el compromiso que tienen como futuros docentes de educación básica (secundaria), sin darse cuenta que la escuela al ser un espacio de oportunidades permite que se puedan formular estrategias para dar respuesta a las necesidades de los estudiantes, por ende, se considera que abrir espacios de corte humanístico (socioemocionales) puede ser una de las alternativas de solución a los problemas que se han venido mencionando (Serna, & Sánchez, 2017). Sin duda alguna, intentarlo no es sencillo, relacionarnos o convivir entre los seres humanos es muy complejo porque se considera un conjunto de prácticas en las que se incluye o se segrega, se participa o se subordina, se solucionan pacífica o violentamente las diferencias en un tiempo determinado, (Valdés, López & Chaparro, 2018, p.81) y es condición necesaria no solo para el desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje sino también para vivir de forma armónica en los diversos contextos en los que el individuo se desenvuelve.
Contribución de la escuela en las problemáticas sociales: los estudiantes en un primer momento establecen que la escuela contribuye a que existan actos de discriminación, violencia, racismo, desigualdad y que no se sancionan o se hace algo adecuadamente a los alumnos y profesores que comenten este tipo de actos, desde su perspectiva deben tener una sanción que permita hacer al otro consciente de lo que está haciendo y pasando. Por otro lado, manifiestan que desde inicio del año 2020 las autoridades han establecido algunas estrategias, para prevenir y solucionar estas problemáticas, sin embargo, no todos los agentes involucrados lo toman con seriedad. Por ende, la ENSM debe tener la mirada en los futuros docentes normalistas, y en el personal adscrito a ella, lo cual implica un interesante reto ya que la comunidad en general debe entender y practicar el respeto a la diversidad.
DISCUSIÓN
Los avances logrados coinciden con la idea de Cárdenas & Aguilar (2015) con relación a la preocupación de la existencia al interior de los centros educativos de problemas sociales emanados del no respeto a la diversidad, tales como la discriminación, racismo, exclusión, desigualdad, violencia, entre otros.
Por otro lado, se encontraron resultados no favorables al indagar cómo asumen los docentes en formación la diversidad y dichas problemáticas, se demuestra que los futuros profesores carecen de herramientas para combatir estas situaciones en su escuela de formación como de práctica pedagógica, normalizando cualquier acto que se presente y evitando así involucrarse con la institución. Lo que demuestra que la propuesta económica – política del proceso de globalización crea modelos pragmáticos en educación, arraigados a los más refinados modelos técnicos (Fuentes, 2013) evidenciados en la misma educación:
estudiantes que han olvidado la importancia y seriedad de los saberes humanísticos…Docentes que olvidan generar el deseo de aprendizaje por su materia. Directivos que, con sus elocuentes, retóricos y tradicionales discursos y prácticas hacen, como diría Nussbaum (2010), silenciosa la crisis. Me refiero a muchos actores que, desde la universidad, simulan y disimulan. Por un lado, fingen una preocupación por las problemáticas y cambios en tiempos actuales y, por otro, prefieren disimular con cifras y con datos, de dudosa procedencia, los logros y alcances en formación integral y humana (Fuentes, 2013, p. 208).
Sin embargo, a pesar de la ideología política – económica, la ENSM ha tratado de romper esquemas y patrones, la escuela formadora de docentes en la ciudad de México, ha implementado el plan de estudios 2018, en donde se muestran las primeras iniciativas formales (además de los seminarios, coloquios, encuentros, entre otros) por abrir un espacio curricular en educación socioemocional, sin embargo, aún falta fortalecer la educación humanística, aquella que como se menciona en algunos artículos es pilar fundamental para brindar a los estudiantes herramientas para entender la complejidad de la sociedad que nos rodea, pese a la dificultad que existe para evaluar valores, el currículum debe fomentar y trabajar con profundidad la enseñanza y aprendizaje humanístico, para “ que tales acciones aporten elementos indispensables para moldear lo humano, para formar al estudiante, para transformar el entorno” (Fuentes, 2013, p.204), investigaciones como la de Sánchez, establecen que:
La educación humanística permite a los estudiantes comprender el mundo y su entorno y actuar con entendimiento de lo que sucede y no es un ente pasivo, por lo cual integra la cognición y emoción, el conocimiento y la acción (Paz, 2011, p.144) y como dijeran Paz (2011), Capó (1986), Carmona (2008), Tubino (2010), y García (s/f) esta escuela es inclusiva, abierta, libre con igualdad de género, acepta la diversidad y las diferencias (intercultural, pacífica, valora, esperanzadora) que están liberadas de competitividad destructiva, deshumanización y de los enfrentamientos individualistas que afectan la relación entre docentes y estudiantes y luego con los padres de familia, permitiendo hacer retroceder a la pobreza, marginación y todo mecanismo de violencia que afecte al ser humano, con el fin de lograr la ansiada calidad de vida (2015, p.10)
A partir de lo anterior, se asume la postura de que la parte humanística a través de las competencias socioemocionales es importante, si se quiere despertar el interés por aprender, en otras palabras “lo que moviliza a un alumno, lo que lo inicia en su aprendizaje, lo que le permite asumir las dificultades, incluso las pruebas, es el deseo de saber y la voluntad de conocer” (Fuentes, 2013, p.207). Concretando así dentro del análisis de resultados de nuestro trabajo de investigación la idea que la ENSM tiene la obligación social y moral como escuela formadora de docentes de fortalecer la parte humanística a través de las competencias socioemocionales dado que, como se mencionó anteriormente, la sociedad actual demanda la necesidad de atender la diversidad de culturas, demanda la mejora de relaciones interpersonales, ya que la degeneración social y la pérdida de valores ha ocasionado que el ser humano tenga regresiones conductuales, sobre todo cuando investigaciones como la de Sánchez y Pérez establecen que la concepción del sujeto que se forma y transforma:
en interacción dialéctica con su medio, del cual recibe influencias, que se ubica en la institución educativa, representada por la escuela, como la que mayor compromiso tiene, con respecto a la formación, porque de forma sistemática y coherente tiene el encargo social de orientar, guiar esta formación (2017, p.267).
CONCLUSIONES
A partir de la triangulación entre la revisión documental, las experiencias prácticas y el análisis de resultados se puede confirmar que el contexto social es la causa principal de la no aceptación a la diversidad y la institución es, en ocasiones, la reproductora de las problemáticas que se gestan por la poca tolerancia a las diferencias, sin embargo, se sitúa al mismo tiempo a la institución como un espacio de actuación para prevenir y solucionar dichas problemáticas. En particular la ENSM aún tiene mucho por hacer, educar bajo la idea de que existe una amplia diversidad, la educación representa un amplio rango de ideas e iniciativas para crear espacios y ambientes de aprendizaje que sean seguros, inclusivos y equitativos para tantas identidades como sea posible.
El problema de la no aceptación a la diversidad y las problemáticas que se generan de esta, son fenómenos latentes hoy en día al interior de nuestras escuelas; como se mencionó en el desarrollo de esta investigación, es en este momento cuando se le está dando un lugar importante en nuestra sociedad, sobre todo en el contexto escolar, para la ENSM, en el nuevo plan de estudios 2018 de educación normal, (Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje en Educación Secundaria), en su apartado de fundamentación, establece la incorporación de la educación socioemocional, la incorporación de este aspecto es importante y se puede aseverar que los estudiantes normalistas irán incorporando nuevas propuestas de intervención con resultados favorables en relación a dar respuestas oportunas y pertinentes a las problemáticas sociales que se generan de la no aceptación a la diversidad, no será fácil, pero en las prácticas pedagógicas aunado a los contenidos disciplinares, podrán promover el respeto a las diferencias, crear ambientes de aprendizaje sanos y armónicos, la promoción de los derechos humanos, entre otros temas de carácter social.
La prospectiva de considerar la parte humanística en el aprendizaje, apuntan hacia una revitalización y optimización de la enseñanza, destierra la idea tradicional de un aprendizaje basado en la mera trasmisión de la información, por lo que se requiere de nuevas propuestas metodológicas que apuesten a potenciar todas las habilidades del docente en formación. Por ende, se concluye que no es suficiente con una clase tradicional, se debe considerar al sujeto y sus características, es decir; su personalidad, subjetividad, cultura – contexto, etc., aunado a los espacios propios de la disciplina, en otras palabras, considerar la interdisciplinariedad, ya que, este tipo de asignaturas permitirá, lo que algunas investigaciones señalan, generar interrelaciones más saludables entre estudiantes, de la misma o diferente especialidad.
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Datos del (los) autor (es)
1Doctora en Ciencias de la Educación por el Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México. Doctorante del Centro de Innovación y Formación Educativa. Jefa de la División de Posgrado de la Escuela Normal Superior de México (ENSM). Docente (Especialidad en Pedagogía)- Investigadora de Licenciatura y Posgrado de la ENSM. Adscrita al Cuerpo Académico de La Interculturalidad en la Formación Docente de la ENSM. ORCID 0000-0002-7982-9588
2Doctora en Pedagogía por la Escuela Normal Superior de México. Doctorante del Centro de Innovación y Formación Educativa. Docente (Especialidad en Biología) - Investigadora de Licenciatura y Posgrado de la ENSM. Coordinadora del Cuerpo Académico La Interculturalidad en la Formación Docente de la ENSM. ORCID 0000-0001-5482-5620
3Maestra en el Campo: Prácticas de Enseñanza en Educación Secundaria de la Escuela Normal Superior de México. Profesora de Educación Secundaria, con Especialidad en Matemáticas. ORCID 0000-0002-9520-0069
4Doctorante en Educación por la Escuela Normal Superior de México. Coordinador de la Especialidad de Química de la ENSM. Docente de Licenciatura y Posgrado de la ENSM: Adscrito al cuerpo académico de la interculturalidad para la Formación Docente. ORCID 0000-0002-3710-3850