Vol.2 Nro. 54 (2021) abril - junio págs.[142 - 156] http://atenas.umcc.cu

Violencia escolar en República Dominicana: uso habitual de violencia verbal

School violence in the Dominican Republic: habitual use of verbal violence

 

Artículo de investigación

Santiago Gallur Santorum1
santiago.gallur@intec.edu.do

Ruth Esther De La Cruz Navarro2
1095997@est.intec.edu.do

 

Cómo citar el artículo: Gallur-Santorum, S. y De La Cruz-Navarro, R.E. (2021). Violencia escolar en República Dominicana: uso habitual de violencia verbal. Atenas, Vol. 2 (54), 142 - 156.

 

RESUMEN

Este estudio comenzó con varios objetivos: primero, distinguir las formas más frecuentes en que se manifiesta la violencia verbal y analizar las diferencias en la perspectiva de sus manifestaciones en relación con el género; segundo, determinar el nivel en que los estudiantes de las instituciones educativas de Santo Domingo perciben la violencia verbal, para reflexionar en la comunidad educativa sobre el problema en cuestión. Para ello, se aplicó una encuesta a 64 estudiantes de secundaria pertenecientes a 2 centros educativos, seleccionados por muestreo aleatorio simple. En los resultados, los insultos y los chismes se consideran manifestaciones frecuentes según los estudiantes, y se observó una relación entre la perspectiva de algunas manifestaciones en comparación con la variable de género. En conclusión, ofrece una visión general de las consecuencias que podría conllevar el uso frecuente de la violencia verbal y las medidas a considerar para reducirla.

ABSTRACT

This study began with several objectives: first, to distinguish the most frequent ways in which verbal violence manifests itself and to analyze the differences in the perspective of its manifestations in relation to gender; second, to determine the level in which the students of the educational institutions of Santo Domingo perceive the verbal violence, to reflect in the educational community on the problem in question. For this, a survey was applied to 64 secondary students belonging to 2 educational centers, selected by simple random sampling. In the results, insults and gossip are considered frequent manifestations according to the students, and a relationship was observed between the perspective of some manifestations compared to the gender variable. In conclusion, it offers an overview of the consequences that the frequent use of verbal violence could entail and the measures to consider to reduce it.

Palabras clave: violencia escolar, comunicación verbal, convivencia, adolescente.

Keywords: school violence, verbal communication, coexistence, adolescent.

 

INTRODUCCIÓN

La violencia es el tipo de intercomunicación entre dos individuos que se expresa con la intención (ya sea aprendida o imitada) de causar un daño psicológico, físico, verbal o sexual. Por otro lado, hay que diferenciar lo que es la violencia de la agresividad. La agresividad, desde una perspectiva psicológica es un comportamiento que se activa como resultado de una situación, y es algo que es parte de la naturaleza del hombre, mientras que la violencia es un acto injustificado y cruel, que suele ser prolongado (Ortega y Mora-Merchán, 1997). Del mismo modo, también, la conducta agresiva se vincula usualmente con factores genéticos o de la personalidad del individuo (Pescador y Fernández, 2001).
Con respecto a la violencia, en el espacio escolar, es la que se desarrolla durante el proceso educativo obstruyendo o imposibilitando la finalidad educativa. Pacheco-Salazar (2017) menciona que la violencia escolar no tiene que ser dirigida necesariamente a algún miembro de la comunidad educativa, sino también al entorno escolar y los objetos que la componen.
A lo largo de este trabajo nos enfocaremos en lo que es la violencia verbal, como una problemática que compromete el proceso de enseñanza-aprendizaje del estudiantado a causa del deterioro en la convivencia escolar, y de este modo dificulta el desarrollo cognoscitivo, moral y social de los participantes en el sector educativo (Del Rey, Mora-Merchán y Ortega, 2001). Fenómeno que a lo largo de los años ha ido agravándose, pasando por alto a los ojos de la sociedad y autoridades educativas.
La violencia o abuso verbal es una forma de comunicación, pero que tiene como objetivo único perjudicar a la otra persona, produciendo en ella emociones negativas. Es una violencia que se puede apreciar con gran frecuencia en el contexto escolar, siendo uno de los tipos de violencia más frecuente según diversas investigaciones (Ortega y Mora-Merchán, 1997; García et al, 2014; Baridon y Marín, 2014; Álvarez-García et al, 2010; Defensor del Pueblo, 2000).
Desde la primaria se puede observar cómo los niños suelen de manera inconsciente violentarse entre ellos a través de sobrenombres, burlas, entre otras cosas (Albaladejo, 2011); y esos actos con el paso de los años no disminuye, todo lo contrario, se intensifica. Esta violencia no trata únicamente de amenazas, sino también de humillaciones, chismes, insultos, difamación e incluso apodos (Pacheco-Salazar, 2017).
Si bien, es cierto que la violencia escolar siempre ha existido y no ha sido hasta ahora con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y la Declaración de los Derechos del Niño (1959) que se le ha dado nombre, y la sociedad se ha vuelto más perceptible a este problema y a sus diversas formas de manifestación. Sin embargo, Ayala-Carrillo (2015) apunta que se ha vuelto una realidad cotidiana que se ha estado mostrando con mayor frecuencia en las instituciones educativas. Aunque para un tercero la violencia verbal no requiera tanta atención, la verdad es que continúa siendo un tipo de maltrato que pone en riesgo la salud mental de las víctimas, estropeando la calidad y convivencia educativa.
El estudio Prevalencia, Tipología y Causas de la Violencia en los Centros Educativos de Básica y Media de la República Dominicana precisó que el 69% de directores de centros educativos reportaron violencia entre los estudiantes. Donde los gritos e insultos son las mayores formas de expresión de violencia, provocando conflictos que involucran la violencia física en muchas ocasiones (Vargas, Mencía-Ripley, Fernández, Caamaño y Garrido, 2014). De la misma forma, una investigación sobre la violencia escolar llevada a cabo en los centros de educación secundaria en Asturias determinó que la segunda manifestación más frecuente era la violencia verbal entre alumnados. (García et al., 2014).
Al igual que otros tipos de agresiones, el abuso verbal se manifiesta en las aulas como un reflejo de las experiencias y conductas observadas y vividas fuera de las instituciones educativas, como la comunidad y el hogar, señalando que el origen de la violencia verbal se ve mayormente influenciada por factores sociales y familiares. Por lo tanto, para estudiar esta problemática hay que abarcar otras cuestiones que repercuten en ella, dejando entender que la violencia escolar es un tema que requiere ser estudiado en conjunto con la realidad social en la que esta se desarrolla (Ayala-Carrillo, 2015).
Justificación
La presente investigación tiene como propósito concientizar a la población de la comunidad educativa (docentes, estudiantes, instituciones educativas y familia) sobre la violencia verbal, una gran problemática que según diversos autores (García et al., 2014; Baridon y Martín, 2014; Álvarez-García, et al., 2010; Defensor del Pueblo, 2000) se vive diariamente como algo habitual en las instituciones educativas, la cual al ser considerada como una violencia poco grave no siempre es tratada con la importancia y profundidad adecuada, siendo este un problema que puede causar daños y consecuencia irreparables.
Según la tesis doctoral de Albaladejo N. (2011) la violencia escolar se puede presenciar incluso en los niveles principales de escolarización, y a pesar de ser de baja intensidad, la violencia verbal y física son las que se presencian con mayor frecuencia. Siendo así, la violencia escolar una de las causas que repercute negativamente en el rendimiento académico del estudiantado (Álvarez-García et al., 2010).
El ver cómo hoy en día en las instituciones educativas la violencia se hace presente sin casi o ningún medio de modulación; cómo en ocasiones el mismo personal docente incurre a violentar al estudiantado sin estar conscientes de que lo hacen, y cómo se ha convertido en algo tan habitual en la convivencia escolar, deteriorándola y del mismo modo entorpeciendo el mejoramiento en la calidad educativa, es algo que no se puede pasar por desapercibido. Estas y otras razonas son las que me impelen a indagar y sobre esta problemática y la manera en la que puede afectarnos.
Este estudio permitirá evaluar el grado en el que la violencia verbal forma parte del proceso de enseñanza-aprendizaje en las instituciones educativas de nivel secundario, en la República Dominicana.
Antecedentes
Estudios realizados en Europa
En el año 1997, Ortega y Mora-Merchán, realizaron un estudio en donde buscan explicar y aclarar el problema del maltrato entre estudiantes. Para lograr su cometido definieron conceptos claves relativos a este tema como agresividad, violencia, victimización e intimidación. Según Ortega y Mora-Merchán “La intimidación y la victimización son procesos (…) con gran frecuencia en el marco escolar” (p. 16), por lo cual reconocen la importancia de este tema y la urgencia con la que debe tratarse para prevenir las consecuencias que conllevan. 
El artículo La Violencia Escolar: Un Punto de Vista Global, de Pescador y Fernández (2001), estudia la violencia escolar, sus manifestaciones y las causas de este problema, para finalmente explicar este fenómeno desde un punto de vista global. Para lograr tal cometido detalla todas las causas que intervienen, posibilitan y favorecen la violencia escolar, como son las causas familiares, personales, socioculturales y también las causas escolares.
De la misma forma, entendiendo que la violencia escolar es una problemática que tiene conexión entre lo externo e interno, Ballester y Sánchez (2001) en su artículo llamado Diversidad y violencia escolar, plantean que el análisis de violencia escolar debe ir “más allá del campo de la intervención psicopedagógica para entrar de lleno en aspectos educativos y profesionales, escolares y extraescolares (más allá del subsistema social educativo), políticos y micropolíticos, éticos y culturales” (p.40). En este artículo se trata de tener un criterio más amplio, donde no solo se analiza el alumno y sus particularidades, sino también otros aspectos que asisten a la violencia escolar, factores externos.
Pozuelo en el 2007 realizó una investigación en Extremadura, España; donde buscaba analizar la violencia y acoso escolar en los centros educativos de esta comunidad. Utilizó la encuesta de violencia escolar E.S.O. la cual en los resultados le permitieron analizar que la violencia física y la verbal eran las que se presentaban con mayor frecuencia, además de la exclusión social. Cabe destacar que Pozuelo (2007) señala tres causantes que facilitan la violencia y el acoso escolar entre los cuales está, en primer lugar, la actitud negativa de los padres/madres hacia los niños, la permisibilidad y tolerancia de los maestros frente a situaciones de agresión y, por último, el empleo de castigos físicos, ya que esto genera emociones violentas en los mismos.
En 2010, la investigación de Álvarez-García et al. tenía como uno de los objetivos evaluar el nivel de violencia percibido por el alumno e identificar la manera en la que se manifestaban. Se estudió un total de 1742 estudiantes de escuelas públicas y privadas, observándose que la violencia verbal era la segunda más frecuente, especialmente entre el alumnado.  Esta violencia se presenta de manera directa, como insultos, apodos, amenazas; e indirecta, divulgando rumores sobre alguien o hablando mal a sus espaldas. De igual manera, en esta investigación comprueba que los estudiantes que han repetido de año escolar perciben con mayor frecuencia la violencia escolar que las personas con mejores éxitos académicos.
Álvarez-García, Rodríguez, González-Castro, Núñez y Álvarez en el 2010 realizaron un estudio que procuraba evaluar el conocimiento de futuros docentes sobre los recursos para la buena convivencia escolar, y así, observar si el docente conoce los recursos de prevención frente a problemas de violencia escolar. En el estudio participaron 347 estudiantes que estaban en proceso de formación docente. Los resultados obtenidos con relación al primer objetivo de este estudio que hace referencia al nivel de conocimiento del docente frente a situaciones que amenacen la buena convivencia escolar, fueron bajos y destaca que el desconocimiento de los docentes para abordar situaciones de acoso escolares es aún mayor del esperado según investigaciones anteriores.
Hay que destacar que, para investigar la violencia escolar en los niveles secundarios, claro está que en primer lugar hay que identificar y reconocer que es un problema que existe desde niveles primarios. Esto se puede observar en la Tesis de Albaladejo (2011), donde se contempla que gran número de los estudiantes observados en la educación infantil y en los niveles primarios, forman parte del manejo de la violencia en los centros escolares, y a pesar de que se efectúa de manera mesurada, se puede confirmar la presencia de violencia.
En el 2013 Ortega, del Rey y Casas, investigaban sobre diversas estrategias de la convivencia escolar que sean directamente proporcionales en la aparición de la violencia escolar. En su estudio participaron un total de 7037 estudiantes, 48.9% chicas y 51.1% chicos. El resultado muestra que la presencia de la violencia afecta de manera negativa la percepción de la calidad de la convivencia escolar, lo que quiere decir, que para que la violencia y el acoso escolar se presente con menos frecuencia en un ambiente educativo, hace falta una buena calidad de convivencia entre los estudiantes.
Garay, Ávila y Martínez en el 2013 realizaron una investigación la cual tenía como objetivo analizar la violencia escolar a partir de variables individuales, reconociendo que es una problemática que involucra factores sociales, familiares e individuales. El estudio constó de una muestra de 1723 adolescentes que correspondían a la edad entre 12 y 18 años, y en los resultados se pudo vislumbrar que los adolescentes implicados en gran manera en violencia escolar presentan niveles bajos de autoestima, soledad, animo depresivo y empatía en comparación con estudiantes que no se ven tan implicados en esta violencia.
En una investigación del 2014 realizada por García, Dobarro, Álvarez, Núñez y Rodríguez en Asturias, la cual tenía como propósito identificar el tipo de violencia más habitual y evaluar la existencia de diferencias en función del género y nivel del estudiante. Manifestó que los tipos de violencia más frecuentes eran la disrupción de aula y la violencia verbal. Igualmente, se pudo analizar que los chicos perciben en mayor nivel la violencia física indirecta y la de profesor a estudiante, mientras las chicas perciben significativamente la violencia verbal y la disrupción de aula.
Estudios realizados en América Latina
Miriam Abramovay en un artículo publicado en el 2005 expone sobre la violencia verbal en América Latina y la manera en la que esta afecta el ambiente escolar. Manifiesta que, en cuanto al entorno y el ambiente escolar, también hay que tener estos en cuenta, ya que se ven afectados por la violencia escolar. Abramovay (2005) Expresa que el ambiente violento que se genera influye en la calidad educativa, el desempeño de los estudiantes y también afecta la labor del equipo técnico-pedagógico.
Castañeda Rojas (2011) publicó los resultados de una investigación llamada “La relación existente entre la violencia verbal y descortesía en las interacciones profesor-estudiante en el contexto escolar y su incidencia en la imagen social del sujeto”, esta investigación orientada en un enfoque cualitativo tenía como objetivo abordar la manifestación de amenazas en la relación profesor-estudiante, especialmente en el contexto de aula. Sus resultados muestran el cómo los maestros hacen uso de esta violencia verbal como mecanismo de control.
Román y Murillo (2011) en una investigación que buscaba la relación entre la violencia escolar y el desempeño de los estudiantes de primaria en América Latina, se expresó que la violencia escolar se ha convertido en un tema tan importante a tratar, de manera pública, debido a las consecuencias en el desarrollo, desempeño y resultado académico de las personas en formación.
Barrios Rodríguez (2012) publicó un artículo sobre una investigación llevada a cabo con estudiantes de noveno grado la cual procuraba producir varias estrategias pedagógicas que cumplieran con el propósito de reducir el uso de violencia verbal en al aula. Esta investigación de carácter cualitativo logró determinar los insultos como una de las manifestaciones más frecuentes en al aula, pero más que eso precisó que la influencia del ambiente familiar, social y cultural es la principal causa de este fenómeno debido a que estos debilitaban los avances propuestos para la solución de la problemática, logrando así resultados que no perduraban.
En el trabajo de investigación de Baridon y Martín (2014) realizada en Uruguay en centros de educación media, se evidencia la gran mayoría de los participantes respondió, según los métodos de investigación utilizados, haber sido víctimas de violencia verbal en diferentes formas, tales como haber hablado mal de ellos, haber sido llamados por sobrenombres que ofenden y haber sido insultados.
Estudios realizados en República Dominicana
En República Dominicana no se han realizado muchos trabajos que abarquen el tema de la violencia verbal, sin embargo, de los efectuados nos llama la atención el siguiente:

Pacheco-Salazar en su tesis doctoral del 2017 investigó la violencia escolar como un interruptor de la convivencia estudiantil y la mejora de la calidad educativa, mientras afirmaba que “La violencia es un comportamiento aprendido que supone siempre una intencionalidad y una direccionalidad” (p.49). Sostenía de igual forma que la violencia es más que agresión, porque este último es una conducta biológica sin intencionalidad, y la violencia es un mecanismo intencional de sometimiento y control basado en una relación jerárquica.

 

METODOLOGÍA Y MÉTODOS

Técnica de recolección de datos
Teniendo en cuenta que se busca comprobar la hipótesis establecida, el presente trabajo será realizado bajo el planteamiento metodológico del enfoque cuantitativo. Para el trabajo de campo la técnica que se complementó fue la encuesta.
La encuesta se elaboró con varias preguntas cerradas en las que el estudiante se ve en frente situaciones (como víctima y agresor), en las cuales la violencia verbal se expresa de maneras diferentes, como chismes, sobrenombres, amenazas, ridiculizaciones, entre otras (Pacheco-Salazar, 2017), y una pregunta en la que responderá según la frecuencia en la que presencia estas manifestaciones en su centro educativo. En total la encuesta tenía 19 preguntas las cuales incluían el sexo, la edad, centro educativo y nivel escolar cursado por el estudiantado encuestado.
Participantes
El estudio se realizó con una muestra total de 64 estudiantes en edades comprendidas de 14 a 19 años del nivel secundario, selectos mediante muestreo aleatorio simple. De la muestra 40 son de sexo femenino lo que corresponde a un 62.5% y el resto masculino, lo que atañe a un 37.5%. La distribución de estudiantes por escuela corresponde a 57 del Centro A que es igual a un 89.1%, y 7 estudiantes del Centro B, que concierne a un 10.9% de los participantes.

 Procedimiento

La encuesta se realizó por vía electrónica, por lo que a los participantes se les envió una notificación, en la cual se mencionaba el propósito de la investigación y se hizo énfasis en el carácter anónimo y voluntario de esta.

 

RESULTADOS

En el análisis de los resultaos se pudo observar cómo las amenazas, las intimidaciones, los insultos, los chismes, las burlas o ridiculizaciones y los apodos se encuentran presente en los centros educativos de Santo Domingo, unos más frecuentes que otros, no obstante, todos y cada uno hicieron muestra de su presencia.

 

En la Figura 1, donde se presenta de manera gráfica la frecuencia en la que el alumnado percibe la violencia escolar según varias de sus manifestaciones, se puede apreciar que el uso de apodos es la forma más frecuente en la que la violencia verbal hace presencia, según más del 60% de los estudiantes encuestados, con la frecuencia de “algunas veces”. Situaciones en las que el uso de los apodos destaque como algo recurrente se puede observar en varias investigaciones, de hecho, Pacheco-Salazar (2017) señala en el estudio realizado para su tesis que “Los sobrenombres o apodos son la manera frecuente de llamarse y nombrarse entre el estudiantado, y son utilizados como una forma también de burla, descalificación y ridiculización. De esta manera, la violencia verbal se hace cotidiana y omnipresente” (p.396).
Del mismo modo, de una manera más particular, se puede examinar en la Tabla 1 como se clasifica según el género la frecuencia con la que el alumnado percibe las diferentes manifestaciones de violencia verbal. Estos porcentajes se sacaron según el total de chicos y chicas para hacerlo más equivalente, teniendo en cuenta que solo el 37.5% de la población de la muestra es de sexo masculino. Cabe destacar que, según los datos se puede deducir que mayoría de todos los estudiantes son capaces de identificar esta violencia en sus centros educativos, de modo que conocen y tienen la habilidad de distinguir entre el victimario/agresor y la víctima a la que se le ejerce esta agresión.


Tabla 1
Frecuencia de las manifestaciones de la violencia verbal según el género.
 

Masculino

Femenino

 

Siempre

Algunas veces

Nunca

Siempre

Algunas veces

Nunca

Apodos

12.50%

75%

12.50%

7.5%

57.5%

35%

Amenazas

4.2%

20.8%

75%

2.5%

25%

72.5%

Chismes

12.5%

45.8%

41.7%

27.5%

55%

17.5%

Insultos

12.5%

58.3%

29.2%

7.5%

45%

47.5%

Intimidaciones

4.2%

20.8%

75%

2.5%

30%

67.5%

Fuente: Elaboración propia.

Asimismo, como se presentó la manera en la que el alumnado percibe la violencia verbal, también mostraremos en base a las preguntas del cuestionario, la cantidad de estudiantes que afirman haber sido víctimas o agresores, en este tipo de violencia (Tabla 2, Tabla 3).
En relación con las Tablas 1, 2 y 3 se logró observar una relación entre los chismes o calumnias, con mayor intensidad en la identificación, realización y sufrimiento, por parte de las chicas. Esta actividad suele verse mayormente asociada al espacio femenino (Pacheco-Salazar, 2017). Por otro lado, se encuentra el uso de los apodos, el cual se ve, de igual manera, con más intensidad de parte de los chicos, especialmente en la identificación de esta manifestación de violencia verbal. Teniendo en consideración lo dicho anteriormente es un hecho que la percepción de estas manifestaciones de violencia se ve influenciada por la construcción de género.

 


Tabla 2

Porciento de las respuestas que corresponden a ser víctimas de violencia verbal.

Preguntas

No

F

M

F

M

¿Tus compañeros de aula suelen llamarte por apodos o sobrenombres?

30%

41.7%

70%

58.3%

¿En alguna ocasión has sido amenazado para hacer algo a lo que no has accedido?

--

4.2%

100%

95.8%

¿Alguna vez en tu centro escolar se han expandido rumores que hablen mal de tu persona?

37.5%

25%

62.5%

75%

¿Has sido intimidado por algún compañero de la escuela?

2.5%

8.3%

97.5%

91.7%

¿En alguna ocasión has sido motivos de burla para otros compañeros de la escuela?

27.5%

8.3%

72.5%

91.7%

¿Alguna vez has sido insultado/a por un profesor en la escuela?

20%

4.2%

80%

95.8%

¿Has sido insultado por compañeros de tu centro escolar?

37.5%

37.5%

62.5%

62.5%

Fuente: Elaboración propia

 

Tabla 3

Porciento de las respuestas que corresponden a ejercer la violencia verbal.

Preguntas

No

F

M

F

M

¿Sueles llamar a tus compañeros de aula por apodos?

25%

37.5%

75%

62.5%

¿Le has levantado la voz a algún docente?

15%

12.5%

85%

87.5%

¿Te has dirigido a algún compañero del centro escolar levantando la voz?

45%

29.2%

55%

70.8%

¿Has sido participe en burlas hacia otro compañero?

20%

25%

80%

75%

¿Has amenazado a un compañero de la escuela a hacer algo que no ha consentido?

--

--

--

--

¿Has hablado mal sobre alguien de tu escuela a sus espaldas?

42.5%

4.2%

57.5%

95.8%

¿Alguna vez has intimidado a algún integrante de tu centro educativo?

7.5%

4.2%

92.5%

95.8%

Fuente: Elaboración propia.

 

CONCLUSIONES

La presente investigación partió del objetivo de distinguir las formas más frecuentes en las que se manifiesta la violencia verbal y de este modo analizar en caso de que se presente, la influencia de género con relación al nivel percibido en las manifestaciones de la violencia verbal.
En relación con el primer objetivo se pudo determinar que entre los estudiantes de los centros A y B, el uso de los apodos, los chismes e insultos son manifestaciones que predominan, mostrándose con un patrón de frecuencia de “algunas veces”, mientras que las amenazas y las intimidaciones se presentan con escasa regularidad.
De esta manera se logró identificar que en función al género las chicas perciben y se encuentran más involucradas en la violencia verbal indirecta, es decir los chismes o hablar mal a espaldas de otra persona. Asimismo, se observó que las chicas suelen con más frecuencia sufrir burlas por parte de sus semejantes. Pero, en cuanto a los chicos, el uso de apodos es la manifestación mayor percibida, aun cuando el estudiante mismo no incurra a realizarlo.
Lo anterior permite coincidir con la hipótesis planteada que afirma que la violencia verbal se ha convertido en algo habitual en el estudiantado de las escuelas en Santo Domingo. Y a pesar de no presentar aun consecuencias alarmantes, no se puede pasar por alto la relevancia de este tema.
El hecho de que para poder llevarse a cabo procesos de enseñanza-aprendizaje la comunicación se convierte en esencial entre los docentes y estudiantes, hace preciso que las autoridades y todas las entidades educativas persistan en buscar las soluciones para la erradicación de esta problemática, la cual amerita toda la atención del sistema educativo dominicano. Por el contrario, en caso de pasar por alto los inconvenientes que ha estado presentando para el desarrollo de la educación, como consecuencia habrá una carencia total en la convivencia escolar de los estudiantes de la República Dominicana, por lo que la situación alcanzará un estado inalterable en el cual los docentes aun en contra de su voluntad se verán de manos atadas, en la incapacidad de hacer algo.

Concluyendo, deben tomarse las medidas necesarias frente a esta situación y, realizar un trabajo más exhaustivo y profundo para la búsqueda de su solución debido a la complejidad de la violencia escolar por el hecho de que se ve influenciada por otros aspectos. Igualmente, tener en cuenta la preparación de los docentes para que estos no recurran por ignorancia al uso de la violencia verbal con el objetivo de mantener sumiso al estudiantado. Y al mismo tiempo desarrollar competencias en los maestros para tener el conocimiento y las herramientas a la hora de necesitarlas a fin de que puedan enfrentar cualquier situación que involucre esta problemática tratada, antes de que se desarrolle a otros niveles.

 

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Datos del (los) autor (es)

1Doctorado en Historia (Universidad de Santiago de Compostela). Doctorado en Comunicación Social (Universidad de Santiago de Compostela). Profesor de Comunicación social y Medios Digitales e investigador académico en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo. ID de ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6287-7340

2Licenciatura en matemáticas orientada a la educación secundaria (cursando actualmente, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo). ID de ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3484-9171

 

Recibido: 15 de octubre de 2020
Evaluado: 18 de noviembre de 2020
Aceptado para su publicación: 20 de diciembre de 2020