Vol.2 Nro. 54 (2021) abril - junio págs.[204 - 217] http://atenas.umcc.cu

Las estrategias curriculares en la formación integral del profesional universitario

The curricular strategies in the university professional's integral formation

Ensayo

Jorge García Ruiz1
jorge.ggarcia@reduc.edu.cu

Irina González Navarro2
irina.gonzalez@reduc.edu.cu

Alicia Rodríguez Gregorich3
alicia.rodriguez@reduc.edu.cu

Cómo citar el artículo: García-Ruíz, J., González-Navarro, I. y Rodríguez-Gregorich, A.  (2021). Las estrategias curriculares en la formación integral del profesional universitario. Atenas, Vol. 2 (54), 204 - 217.

 

RESUMEN

La formación integral del profesional universitario constituye una prioridad de la educación superior en la actualidad. La misma demanda la adopción de nuevos enfoques y métodos en función del enriquecimiento del modelo formativo de perfil amplio. En este sentido, las estrategias curriculares desempeñan un papel importante, por cuanto facilitan la integración de los procesos sustantivos que tienen lugar en la institución y el establecimiento de relaciones interdisciplinarias para la articulación de los contenidos y asignaturas de los diferentes planes de estudios en el proceso formativo. Con este objetivo, en el artículo se proponen la estructura y las interrelaciones, que a juicio de los autores, deben considerar las estrategias curriculares en las carreras de la Universidad de Camagüey.

ABSTRACT

The article is about professor formation models and its dimensions based in the actual world changes. It brings an idea of how will be that model and its components in order to satisfy that necessities and the changes. In order to get some conclusions, it is valuated the concept of professor formation, formation models and the components that authors bring. No one of the models presented today resolve the formation of university professor, because they need a change of attitudes, values and conceptions. Each components of the formation: professional, pedagogic and personal required essential changes in order to reach the type of professor that assume every role. Only if the professor penetrates in the real actual world and in his practice, and interpreting those changes he will chose what he needs, obtains and modify his teaching.

Palabras clave: estrategias curriculares, formación integral, profesional universitario, transversalidad.

Keywords: professor formation dimensions, professor formation, formation models.

 

INTRODUCCIÓN

Hoy día la Universidad contemporánea está llamada a lograr un egresado cuya formación sea cada vez más integral, con nuevas miradas desde los diversos factores y contextos sociales en que interactúa este estudiante y visto desde su proceso formativo por la impronta que demandan las trasformaciones del currículo.
Estas transformaciones que se producen en la educación superior, demandan un profesional universitario cada vez más preparado para afrontar los cambios que se suscitan en la información acelerada que generan las ciencias de las cuales se debe nutrir. Aún, no son suficientes las acciones para el diseño de nuevos planes de estudios en las carreras universitarias a partir del dominio del contenido, se requiere la mejora en la formación de cualidades, habilidades y capacidades de la personalidad del profesional universitario, expresada en valores y estados afectivos que se concreten en los modos de actuación de la profesión.
En este sentido, el proceso de formación del profesional de pregrado exige la adopción de nuevos enfoques y métodos, en función del enriquecimiento del modelo formativo de perfil amplio. Consecuentemente, tiene lugar su perfeccionamiento en las universidades cubanas con el objetivo de consolidar los rasgos que la caracterizan como una “universidad moderna, humanista, universalizada, científica, tecnológica, innovadora, integrada a la sociedad y profundamente comprometida con la construcción de un socialismo próspero y sostenible.” (MES, 2017 p. 3)
En el contexto actual, se presupone que la formación integral de los estudiantes universitarios debe dar como resultado graduados con un sólido desarrollo político (…); dotados de una amplia cultura científica, ética, jurídica, humanista, económica y medio ambiental; comprometidos y preparados para defender la Patria y las causas justas de la humanidad con argumentos propios, y competentes para el desempeño profesional y el ejercicio de una ciudadanía virtuosa. (MES, 2017, p. 9)

En la búsqueda del impacto de estas transformaciones en el contexto universitario se exige de la transversalidad en el currículo (Piza-Flores, Aparicio, Rodríguez y Beltrán, 2018), acción que se propone desarrollar desde las estrategias curriculares que se implementan a través del trabajo metodológico que se desarrolla en los colectivos de los profesores a fin de ofrecer aportes significativos en la formación integral de los estudiantes.
Como se exige por el Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba, en los “nuevos planes de estudio, se necesita fortalecer la instrumentación de las estrategias curriculares dada la situación política y socioeconómica del país y el desarrollo científico técnico actual” (MES, 2017 p. 26). Se constata que se realizan modificaciones al currículo desde lo externo al proponerse un nuevo plan de estudio que persigue una formación integral, contextualizada y pertinente.
Por lo que, a tenor de estas transformaciones, se hace necesario que desde este plan se realicen adecuaciones atendiendo a los modos de actuación deseados y en este sentido las estrategias curriculares desempeñan un rol definitorio. Es decisorio que las estrategias curriculares adquieran un mayor sentido para los estudiantes y se propicie en ellos, una mejor comprensión y asimilación del contenido. A su vez se favorece la integración de los procesos sustantivos que tienen lugar en la institución y se refuerzan las necesarias relaciones interdisciplinarias para la articulación de los contenidos relevantes y para la formación integral del profesional.
Consecuentemente, la actividad universitaria debe ejercer, en la medida de sus posibilidades, una mejor proyección e impacto en el ámbito social. Contribuir al desarrollo y mejora de una amplia variedad de contextos sociales, supone un reto que no debe pasarse por alto y que ofrezca significado a la acción integral de formación del profesional más allá de lo académico.

En el presente artículo se exponen la relación y estructura que, a juicio de los autores, deben considerar las estrategias curriculares en las carreras de la Universidad de Camagüey. Este propósito, contribuirá al éxito de la integralidad profesional desde el currículo y ordena el trabajo para la mejora de modos de actuación del profesional universitario.

 

DESARROLLO

Las nuevas condiciones de la universidad cubana, demanda de un trabajo metodológico más eficiente y capaz de lograr que toda la comunidad educativa se apropie y haga suya la necesidad de transformación de la nueva universidad, donde se asuman concepciones más amplias y desarrolladoras de la atención individualizada que requiere cada estudiante desde su currículo, además de lograr la adecuada relación entre lo instructivo y lo educativo.
Una posible vía para lograr la integración entre lo educativo e instructivo en la búsqueda de la formación `profesional son los ejes transversales, los que a decir de González y González (2015) no se reducen a un conjunto de contenidos integrados en una unidad de aprendizaje, sino que, por su carácter transversal, han de permear la formación del estudiante. Desde el plano de lo formal caracterizan el proyecto curricular y en lo informal se desarrollan actividades que involucran a la totalidad de la población universitaria, lo que puede propiciar el fortalecimiento de los valores y actitudes.
Los ejes transversales se pueden concretar en estrategias curriculares que articulen un conjunto de acciones orientadas a responder a las problemáticas sociales existentes en el contexto y contribuye a la formación integral de los sujetos universitarios. (González y González, 2015; Piza-Flores et al, 2018)
En la formación integral del estudiante universitario se defiende un enfoque humanista. Como expresa Pérez y Sánchez (2018) es primordial que el profesor incentive la participación, la reflexión, el debate, las relaciones interpersonales de los estudiantes, de manera tal que favorezca la formación de criterios propios, la adquisición de argumentos para debatir en contextos concretos.
Es necesario ofrecer prioridad a la formación de la personalidad, su perspectiva humana y el desarrollo potencial creativo para lograr la humanización de la educación (Latfullin et al, 2017; y, Elizundia y Alvarez, 2019), desde cada una de las disciplinas del currículo. Como apunta Ramírez (2019), se trata de hacer del espacio universitario una oportunidad para el aprendizaje ético, indispensables en el florecimiento moral del ser humano.
Se coincide con Botero (2008) en que para incorporar los ejes transversales en los currículos educativos requiere de una planificación y de un diseño que permitan complementar las disciplinas, las asignaturas y los temas propios de la carrera para que esta unión se haga de forma racional y coherente. Por tanto, se requiere de una propuesta que muestre los pasos necesarios para articular gradualmente, los años, semestres, disciplinas, asignaturas y temas con las dimensiones, indicadores y alcances propuestos en los modelos o planes educativos institucionales.
Con esa intención, desde el trabajo metodológico, la materialización de las estrategias curriculares exige de la transversalidad e interdisciplinariedad para determinar los interobjetos (García et al, 2008) que se corresponden con aspectos de gran repercusión social y profesional que por su significado trascienden el currículo de una disciplina o asignatura.
Para (García et al, 2008) el interobjeto es el ente común de cada una de las asignaturas que será objeto del trabajo interdisciplinario, que puede estar en el sistema de conocimientos, habilidades, valores, métodos, entre otros. y gira alrededor de la búsqueda de un modo de actuación profesional que se aspira en la formación integral de los estudiantes. Los interobjetos se definen en las estrategias curriculares, y serán evidenciados desde cada una de las asignaturas.
Por tanto, las estrategias curriculares desempeñan un papel preponderante en este particular, ellas tienen como esencia asegurar la calidad de la formación integral del profesional mediante los procesos sustantivos universitarios (formación, investigación y extensión) con la finalidad de complementar la formación profesional y ofrece un nuevo sentido a la práctica pedagógica hacia la construcción de un conocimiento capaz de responder a la transformación de los contextos locales, regionales y nacionales.
El diseño de las estrategias curriculares debe responder a los objetivos generales de las carreras y tener la flexibilidad necesaria para la selección de los métodos y procedimientos, así como formas de enseñanza y recursos de aprendizaje a utilizar para adaptarse a las condiciones de cada centro de educación superior.
El concepto de estrategias curriculares, como apunta Moré (2017) tiene antecedentes de importante significación en los denominados Programas Directores (Gutiérrez et al, 2017) o Ejes transversales (Naranjo y Zorrilla, 2020), que encontraron un destacado desarrollo, fundamentalmente en áreas de formación profesional priorizadas, como lo son la Lengua Materna, el Idioma Inglés y la Computación, entre otras.
Las estrategias curriculares constituyen sistema de saberes culturales en aspectos de gran repercusión social tales como: el empleo generalizado de las tecnologías de la información y las comunicaciones; el uso de la lengua materna, la comunicación en el idioma inglés; la formación humanista del estudiante; la formación económica, jurídica, ambiental, cívica, patriótica y de historia de Cuba; que se constituyen en estrategias curriculares comunes a todas las carreras universitarias (MES, 2018) y que se trabajan desde el diseño curricular de las asignaturas en cada año académico y conforman pilares en la formación integral de los estudiantes. También existen otras estrategias curriculares de gran importancia como las relacionadas con la educación vial y la de internacionalización del currículo.
Este concepto ha sido definido como aquel que expresa una cualidad igualmente necesaria al concebir el plan de estudio de una carrera universitaria, y está relacionado con aquellos objetivos generales que no es posible alcanzar, con el nivel de profundidad y dominio requeridos, desde el contenido de una sola disciplina y demandan el concurso adicional de las restantes. (Horruitiner, 2006, p. 40)

De ahí que las estrategias curriculares, constituyen un complemento del diseño curricular y posibilitan que el aprendizaje de los estudiantes adquiera un mayor significado e impacto en su formación integral. A la vez favorecen el logro de una adecuada articulación y tratamiento intradisciplinario, multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario que contribuyen a la formación integral del profesional desde el contenido de las asignaturas que se identifican con los rasgos que caracterizan el modo de actuación profesional.
Para Yasmani y Gamboa (2016) las estrategias curriculares constituyen un sistema paralelo al contenido de las diferentes materias que el estudiante universitario debe ir dominando y que contribuye a su futuro desempeño profesional. Estas deben estar contextualizadas no solo a los documentos generales que rigen la carrera, sino también a la realidad educativa del estudiantado, por lo que en ocasiones es necesario priorizar alguna estrategia por encima de las demás.
En este sentido, la proyección e implementación de las estrategias curriculares debe contener los interobjetos (aspectos comunes de obligado y necesario cumplimiento en la formación del profesional) que se constituyen en núcleos articuladores y permiten proyectar, conducir y evaluar de manera integradora las acciones específicas de todas las disciplinas.
Las estrategias curriculares, según Jauregui (2018) y Mateo (2010), presenta algunas características de los contenidos transversales:

  • Los contenidos no aparecen asociados a ninguna asignatura ni área concreta de conocimiento sino a todas.
  • Son contenidos que hacen referencia a los problemas y conflictos de gran trascendencia (social, política, humana y didáctica), que se producen en la época actual, y frente a los que urge una toma de posición personal y colectiva.
  • Son, a la vez, contenidos relativos fundamentalmente a valores y actitudes. Los temas transversales tienen una ineludible carga valorativa: están llenos de valores más que de informaciones.

Así se logra que la estrategia curricular de:

  • Educación Cívica y Patriótica, coordine las acciones dirigidas a la formación de profesionales cívicos, patriotas, comprometidos en su modo de actuación profesional con el desarrollo próspero y sostenible del modelo cubano, y las causas justas de la humanidad, así como para el ejercicio de una ciudadanía virtuosa.
  • Educación ambiental, asegure la asimilación de conocimientos, el desarrollo de habilidades y la formación de valores para el reconocimiento y la solución de los problemas ambientales en los centros institucionales y en la comunidad, con una visión integradora del medio ambiente, para que desde las actividades que se realizan, derivadas del diagnóstico ambiental participativo se identifiquen los problemas que se presentan en las diferentes carreras.
  • Formación humanística, potencia desde su modo de actuación, un hombre digno que vincule su pensamiento y sentimientos de forma creadora, de manera que llegue a ser un profesional competente que defiende y trata a los demás como seres humanos. Se defiende que lo más importante es el hombre.
  • Comunicación en idioma inglés, propicie la lectura e interpretación de diversas fuentes de información relacionadas con su profesión y publicadas en idioma inglés; enjuiciar críticamente la información extraída y elaborar su resumen en español, así como tener habilidades elementales para la comunicación oral y escrita en la lengua inglesa.
  • Uso de la legua materna, propicie el desarrollo de una actitud, consciente, de respeto por la lengua materna, perfeccione el sistema de conocimientos lingüísticos imprescindibles para la organización y expresión del pensamiento, cultive el idioma como medio de interacción e interrelación sociocultural y una adecuada expresión oral y escrita ante las diversas situaciones comunicativas y en el contexto social.
  • Formación económica, permite un accionar responsable, analítico y de compromiso en las diferentes esferas, con énfasis en los principales conceptos que sustentan el Modelo Económico Cubano actual, desde el sistema de conocimiento de las diferentes asignaturas.
  • Formación jurídica, contribuye al desarrollo de una cultura jurídica general mediante la familiarización del estudiante con el vocabulario técnico-jurídico de su especialidad y la interpretación de las normas para su aplicación en la resolución de la una problemática determinada propia de la profesión del graduado universitario.
  • Historia de Cuba, contribuye al desarrollo de una cultura histórica nacional en función de consolidar sentimientos, ideales, convicciones y valores patrióticos antiimperialistas, capaz de demostrar principios de incondicionalidad en la preservación y defensa de la Revolución.
  • Internacionalización, fortalece la formación integral de los estudiantes mediante las experiencias de enseñanza y aprendizaje que benefician y desarrollan en un contexto cada vez más global, a través de la internacionalización del currículo, la movilidad de profesorado y estudiantado, así como, el aprovechamiento de las posibilidades académicas que propician docentes y estudiantes provenientes de otras universidades, de manera que permita elevar los indicadores de calidad de los procesos formativos a estándares internacionales.

A partir de estos fundamentos, para el diseño de las estrategias curriculares, se proponen acciones que permitan lograr aquellos objetivos generales que no es posible alcanzar con el nivel de profundidad y dominio requerido desde una sola disciplina y requiere el concurso adicional de las restantes. Se establecen los objetivos a alcanzar por año, así como, el papel que le corresponde desarrollar a cada asignatura.
Como instrumentos educativos que tienen carácter provisional, las estrategias se elaboran en un momento de la planificación del proceso docente con el objetivo de resaltar los rasgos más importantes en la formación del profesional y que una vez precisado influyen en los programas analíticos de cada una de las asignaturas, en relación con los contenidos de las mismas, el modelo del profesional y el diagnóstico de los estudiantes en torno a los modos de actuación que se pretenden formar.
Estructura de la Estrategia Curricular

  • Fundamentación. Se establecen las ideas que argumentan la necesidad de la estrategia caracterizando la base conceptual metodológica que sustenta el desarrollo del rasgo que se potencia a través de la gestión de la estrategia curricular. Tiene en cuenta los objetivos generales de la carrera y los modos de actuación profesional.
  • Diagnóstico. Indica el estado real del objeto y evidencia el problema en torno al cual gira y se desarrolla la estrategia. El diagnóstico debe realizarse desde cada una de las asignaturas involucradas, según lo que asumen de la estrategia curricular. Luego se debe triangular la información para el trabajo metodológico de los docentes y la atención diferenciada a cada uno de los estudiantes.
  • Delimitación del objetivo general de la estrategia. Este objetivo es una integración de los objetivos generales atendiendo a las particularidades de la estrategia, no debe exigir más que lo definido en el modelo del profesional.
  • Planeación estratégica. Se definen metas u objetivos a corto y mediano plazos que permitan la transformación del objeto desde su estado real hasta el estado deseado. Planificación por etapas de las acciones, recursos, medios y métodos que corresponden a estas metas u objetivos.
  • Definición de los conocimientos, habilidades y valores. En correspondencia con el rasgo que se pretende formar en la estrategia, se precisa el contenido de la estrategia. Se exige que los conocimientos, habilidades y valores sean lo más concreto posible y respondan a los interobjetos determinados en la carrera y/o año académico.
  • Orientaciones metodológicas. Para el desarrollo de los modos de actuación comprometidos en la estrategia curricular se ofrecen las orientaciones que favorecen el trabajo metodológico de los colectivos de disciplinas, asignaturas y años académicos. Se argumenta la implementación de las acciones, bajo qué condiciones, tiempo, responsable y participantes.
  • Formas de evaluación y control. Se le concede gran importancia a las valoraciones cualitativas que se puedan obtener del trabajo de cada una de las asignaturas. Esto facilita la determinación de los logros y/o obstáculos del proceso formativo, con una valoración del estado real, que facilita el rediseño de las acciones de la estrategia para la próxima etapa.
  • Medición de impacto en modos de actuación profesional. Aplicación de instrumentos a diversos factores y en diferentes contextos donde ejerzan el ejercicio de su profesión, para determinar las transformaciones en los modos de actuación profesional, visto desde la formación de cualidades, habilidades, valores. Además, monitorear la producción científica de profesores y estudiantes en eventos y artículos publicados, como resultados de su desempeño profesional.

Como resultado de las acciones de control desarrolladas se detectan insuficiencias en la concreción y evaluación de la efectividad de las estrategias curriculares en las carreras. A partir de ello, resulta necesario fortalecer la actividad metodológica en atención a la mejora y perfeccionamiento de su gestión pedagógica.
Para ello resulta atinado:
Designar a los coordinadores de cada estrategia curricular, los que tienen como encargos fundamentales los siguientes:

  • Perfeccionar el diseño del marco metodológico de la estrategia curricular, en correspondencia con las fortalezas y debilidades detectadas.
  • Coordinar acciones de asesoría metodológica en función de clarificar las pautas teóricas metodológicas para el diseño y aplicación de las estrategias curriculares. Para ello, resulta necesario definir el profesor que actuará como asesor para cada estrategia curricular.
  • Verificar los resultados de la aplicación de la estrategia curricular y, en correspondencia, trazar acciones para su perfeccionamiento.
  • Realizar una reunión trimestral para evaluar la implementación de la estrategia curricular con los coordinadores. Se elaborará el acta de la evaluación con acciones concreta para perfeccionar la formación integral de los estudiantes.
  • Realizar diagnósticos para evaluar la efectividad de cada estrategia curricular. El informe resultante tiene como objetivo evaluar la efectividad de la gestión metodológica de cada colectivo para su perfeccionamiento. Abordará las siguientes dimensiones de análisis:
  • Nivel de conocimientos y habilidades de los estudiantes. Los estudiantes deben ubicarse en niveles de desempeño: básico, medio y superior. Se hará alusión a los aspectos negativos que como regularidades se identifican a nivel de cada carrera.
  • Nivel de gestión metodológico en los años de cada carrera.
  • Resultados globales de la efectividad de la gestión, de acuerdo con las bases teórico-metodológicas definidas.
Si se logra la implementación adecuada de las estrategias curriculares favorecen un diálogo con los saberes de diferentes asignaturas: los conceptuales, procedimentales y actitudinales permeando todo el currículo. Significa que las estrategias curriculares no pretenden que se contemplen como clases específicas separadas de las asignaturas, sino son desarrolladas desde el trabajo metodológico con el objetivo de perfeccionar el trabajo desde lo instructivo y lo educativo del contenido.

 

CONCLUSIONES

La proyección del Plan de estudio en la universidad cubana es el resultado de una construcción con la intención de crear escenarios dinámicos, atractivos e interesantes para satisfacer las exigencias de la formación profesional de los egresados universitarios, lo que exige de la transversalidad del currículo.
Las estrategias curriculares, desde el trabajo metodológico de cada uno de los colectivos de profesores integra todos los elementos que lo conforman para articularlos y buscar el aprendizaje de contenidos significativos y la aprehensión de valores humanos para la formación integral de los estudiantes.

El trabajo con las estrategias curriculares debe convertirse en esfuerzo colectivo, donde los profesores tengan una visión más amplia de cómo desarrollar estos temas transversales que les permita replantearse el trabajo metodológico y, por ende, las actividades didácticas que posibiliten a los estudiantes distintas formas de construir su propio aprendizaje y traducirlo en comportamientos a fin de lograr la integralidad en la formación del profesional universitario.

 

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Datos del (los) autor (es)

1Profesor Titular y Doctor en Ciencias pedagógicas de la Universidad de Camagüey, Cuba. Se desempeña como Director de Formación de la Vicerrectoría de Formación. ORCID: orcid.org/0000-0002-2183-6099

2Profesora Titular y Doctora en Ciencias pedagógicas de la Universidad de Camagüey, Cuba. Se desempeña como asesora de la Vicerrectoría de Formación. ORCID: orcid.org/0000-0002-3464-5906

3Profesora Titular y Doctora en Ciencias Técnicas de la Universidad de Camagüey, Cuba. Se desempeña como Vicerrectora de Formación en la Universidad. ORCID: orcid.org/0000-0001-5551-8809

Recibido: 24 de septiembre de 2020
Evaluado: 2 de noviembre de 2020
Aceptado para su publicación: 18 de diciembre de 2020